Los carteros y funcionarios del servicio de Correos, que suman 50 mil en toda España, se sienten desprotegidos ya que tienen que repartir el servicio postal sin las debidas medidas de prevención sanitarias. De hecho, tienen siete veces más de posibilidades de enfermar por la Covid-19 que el resto de ciudadanos, por detrás de los sanitarios y de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Este lunes ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Pascual Lengua, un cartero rural que ha dado cuenta de su trabajo. "Las comunicaciones no se pierden ni en la guerra", ha dicho. De hecho, gracias al servicio que presta él y sus compañeros los habitantes pueden seguir con normalidad el desarrollo de la rutina.

"Hay sitios que solo se comunican con teléfono fijo porque la cobertura no llega", ha explicado, por lo que los vecinos de estos municipios se emocionan cuando ven al cartero porque pueden relacionarse con alguien de forma física. "Esa comunicación no se puede cortar", ha subrayado Pascual.

Este cartero rural ha dicho que gracias a su trabajo pueden saber si los habitantes de los pueblos se encuentran bien o no. "Esa breve comunicación en las ciudades a veces no la tienes ni con tu vecino", ha dicho.

Por último, ha explicado que "está muy tranquilo" porque en los pueblos, aunque existe el miedo de contagio y se cumple el confinamiento, impera la "seguridad" de que la gente respeta las medidas de distanciamiento. Además, es raro que llegue gente de fuera, por lo que se reduce el riesgo de contagios importados.