Poco a poco vamos conociendo más detalles sobre la trama criminal que esconde el 'caso Mediador', el escándalo de corrupción con origen en las islas Canarias que salpica a cargos del Partido Socialista, a un exgeneral de la Guardia Civil y a empresarios.

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A nadie se le escapa que una trama de tal proyección pueda tener incidencia directa en unas elecciones que están a la vuelta de la esquina.

El asunto está generando cierta inquietud entre los miembros del PSOE, que valoran la respuesta del partido ante la implicación de un exdiputado -al que cesaron-, aunque algunos dudan de que sea suficiente para evitar consecuencias negativas enlas autonómicas y municipales del 28 de mayo, tanto dentro como fuera de Canarias.

"Las encuestas dicen que el PSOE o la candidatura Pedro Sánchez está estancada", advierte en Herrera en COPE, el analista Enrique Cocero. Por eso, "Pedro Sánchez piensa en bloques de pactos mientras que Alberto Núñez Feijoo no le queda otra que buscar un resultado mínimo como el que tiene Isabel Díaz Ayuso en Madrid".

Ahora, señala Cocero "pensar en bloques es una forma desafiante de matemática electoral, porque tienes tantas variables expuestas al caos que lograr que engranen a tu favor es casi un arte".

De hecho, "la ventaja que tiene Pedro Sánchez es que si el PSOE se ve tocado en cuestiones como la 'ley del solo sí es sí' o porque se eviidencie el caos de la ley trans, ya no haya más datos de empleo que regularizar o porque la inflación siga mostrando su verdadera cara, los socialistas podrían perder votos hacia el Partido Popular en la mayoría del país por saturación con Sánchez, pero en Cataluña, en el País Vasco o incluso en Canarias o Navarra, la huida podría ser hacia partidos que en su mayoría no permitiría un gobierno Alberto Núñez Feijoo".

En este sentido, añade, si algún socio del PSOE "les increpa por permitir que un diputado, o 15 estén tan descontrolados como para no dudar de que una cena en un restaurante invitados por intereses privados debía ser reportada, es la señal".

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El argumento es muy sencillo. "Pedro Sánchez, Patxi López o Santos Cerdán tienen dos obligaciones frente a los representantes públicos de su partido: gestión y responsabilidad, porque el comportamiento de los cargos públicos del partido cae manos de los que están al frente", que precisamente "fue el principio rector de la moción de censura de 2018".

"Cierto que alguien podría decirme que nadie ha siquiera culpado a Juan Bernardo Fuentes Curbel", el exdiputado socialista apuntado como cabecilla de la trama, si bien recuerda el colaborador de COPE "fue el propio Patxi Lopez ayer quien le tachó de corrupto sin esperar a la presunción de inocencia, vamos que el responsable de los diputados ha reconocido tácitamente que se le ha escapado algo".

"Puedo entender que López no se dio cuenta cuando en el fragor de su comparecencia se dejó a sí mismo en evidencia", afirma Cocero que deja claro que de nuevo se trata de "palabras al público propio para ver si suenan convincentes".