"Muchos caseros obligan a sus inquilinos a pagar los 150 euros de tasa de basuras": los expertos en Propiedad Horizontal aclaran que una ley de 2022 señala que "quien contamina, lo paga"
Alberto Herrera explica la "batalla fiscal" en la que se ha convertido el mercado del alquiler en España, donde la regulación al propietario acaba pagándola el inquilino

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El alquiler en España se ha convertido en un nuevo "campo de batalla fiscal", como lo ha descrito Jorge Bustos en el programa 'Herrera en COPE'. El último frente se ha abierto con la tasa de basuras, un impuesto que tradicionalmente asumía el propietario pero que, a raíz de un cambio legal, muchos caseros han comenzado a repercutir en los nuevos contratos de alquiler, generando desconcierto entre los inquilinos.
Quien contamina, paga
La posibilidad de que el casero traslade este coste al inquilino tiene su origen en una directiva europea de 2018 que España aplicó finalmente en abril de 2022. Según ha explicado Alberto Herrera en COPE, esta normativa obliga a que el coste del servicio de recogida de residuos recaiga sobre quien los genera. El argumento es claro: "quien contamina, paga".
La posibilidad de que el casero traslade este coste al inquilino tiene su origen en una directiva europea de 2018 que España aplicó finalmente en abril de 2022"
Periodista
Esta situación supone un gasto extra para los inquilinos de entre 100 y 150 euros al año, aunque en las grandes capitales la cifra puede ser superior. La ley ampara esta práctica en los nuevos contratos, por lo que es perfectamente legal que el propietario incluya esta cláusula y traslade la responsabilidad del pago al arrendatario.
Un campo de batalla fiscal
El problema, como ha señalado Herrera, es que en el mercado del alquiler chocan dos visiones opuestas. Por un lado, el Gobierno quiere prohibir expresamente que se cargue esta tasa al inquilino, al igual que pretende hacer con el IBI y otros tributos municipales. La visión del Ejecutivo es que el arrendatario "no puede ser el cajón de sastre donde va todo".
Por otro lado, los caseros defienden que si el Estado permite el traspaso, no puede declararlo ilegal. Advierten, además, de que si se les prohíbe repercutir estos costes, se verán obligados a subir el precio del alquiler para compensar la pérdida de rentabilidad. Se entra así en lo que Herrera ha calificado como "una pescadilla que se muerde la cola": el casero ingresa menos, sube el alquiler, el inquilino paga más y el Gobierno intenta frenarlo con más regulación, lo que devuelve la tensión al punto de partida.

Contenedor de basura de vidrio
Falta de transparencia municipal
A esta guerra de intereses se suma otra clave que apuntan los expertos: la falta de transparencia de muchos ayuntamientos. La tasa de basuras es, en origen, una tasa ambiental. Sin embargo, en muchos municipios se incrementa su importe sin explicar cuánto cuesta realmente el servicio, cómo se calcula o en qué mejoras concretas se traduce esa subida.
Esta ausencia de justificación provoca que lo que parece una cuestión técnica se convierta en "una mellita más en el tema de la vivienda", afectando directamente al bolsillo de inquilinos y propietarios. La conclusión es clara y contundente, en palabras de los analistas: "Siempre se repercute el coste, siempre, y lo acaba pagando el más vulnerable".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



