La luz que viene de Oriente
Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 27 de noviembre

Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 27 de noviembre
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Asia, en realidad, no es uno, sino muchos continentes. La historia de la Iglesia empezó en su extremo occidental y hoy encuentra en sus vastos territorios algunas de sus realidades más dinámicas. En la ciudad de Penang, al norte de Malasia, tiene lugar desde hoy la «Gran peregrinación de la esperanza», un evento jubilar que reúne a todas las Iglesias del continente. Más de 800 personas de más de 30 países están llegando en estas horas, no solo obispos y cardenales, sino todos los rostros del pueblo de Dios en Asia. Filipinos e indios son los dos grupos más numerosos, pero entre los llegados de Hong Kong, Macao y Taiwán se encuentran los rostros de la «Gran China», y no faltan los vietnamitas, coreanos e indonesios, testigos de Iglesias valientes, auténticamente protagonistas de la vida de sus pueblos; también llegan de comunidades mucho más pequeñas, como los de Laos, Brunei y los países de Asia Central.
Más de 500 delegados son laicos que hablarán de cómo viven su fe a diario en el trabajo, de los desafíos para sus familias, de la convivencia con personas de otras religiones, a veces en contextos de evidente minoría; de cómo ser católicos y ciudadanos en sociedades donde la fe cristiana no ha modelado las costumbres sociales ni las legislaciones. Un ejemplo muy claro es el país anfitrión, Malasia. Un momento especialmente significativo será la peregrinación a la basílica de Santa Ana, iglesia construida en 1846 por el padre Adolphe Cuellan, de las Misiones Extranjeras de París, que concita una gran devoción entre los católicos locales. El obispo de Penang, Sebastian Francis, es el segundo cardenal de la historia de ese país. Pero ya no es ninguna rareza ver diversos rostros de Asia tocados con la púrpura. La Iglesia universal necesita mucho y espera mucho de estos católicos de historia recia y fidelidad probada, que no discuten mucho, pero viven con alegría su fe y se empeñan en abrir siempre nuevos caminos. Algo tenemos que aprender de ellos.



