

El primer sonido del día de HERRERA EN COPE
"Sánchez tiene un criterio para elegir secretarios de Organización del PSOE bastante peculiar"
Sergio Barbosa repasa los principales titulares en el primer sonido del día que marcarán la actualidad de este miércoles 9 de julio de 2025
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Son las seis, las cinco en Canarias.
¿Qué tal? Buenos días. Saludos de Sergio Barbosa en nombre de la gente que hace posible Herrera en COPE en este miércoles 9 de julio de 2025. Estamos afrontando otro día de verano, en el que se esperan lluvias en la costa mediterránea, el interior de la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla-La Mancha.
Las temperaturas repuntan en casi toda España, especialmente en la mitad norte. Por lo general, vamos a superar los 35 grados. Bueno, no sabe lo que me alegro de que haya usted renovado sus votos con nosotros un día más, sus votos como oyente, porque hoy no se va a arrepentir. Hoy tenemos un día de esos que llevan la doble I: un día interesante e intenso. Y es que hoy es cuando Pedro Sánchez comparece en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre la corrupción. Y no hace falta decir que la corrupción es el gran asunto que tiene a la política española con el corazón en un puño, sin saber hasta qué punto el rejonazo que Sánchez lleva encima le va a obligar a convocar elecciones antes de tiempo o si volverá a resistir contra viento y marea.
Lo cierto es que el momento es interesante, porque luego pasará lo que tenga que pasar, pero Sánchez nunca había estado tan apretado. Tiene una trama de corrupción que afecta al PSOE y al Gobierno, porque la Audiencia Nacional, con los delitos que achaca a Pardo de Vera, sitúa la organización criminal en el aparato del Gobierno. Tiene Sánchez esa trama de corrupción que no deja de arrojar novedades, un día sí y otro también, y tiene unos socios que, aunque solo sea por un mínimo sentido del pudor, hoy tienen que apretarle. Dejarle caer ya son palabras mayores, teniendo en cuenta que son como son en el universo Frankenstein, pero apretarle le tienen que apretar y Sánchez lo sabe. Por eso lo de hoy será una mezcla de medidas contra la corrupción que anuncie Sánchez y de exigencias que le plantearán sus socios o de medidas que se anunciarán porque se las han planteado sus socios, y de ahí saldrá un potaje que, más o menos, será el titular de la jornada. Ya saben que Sánchez ha hecho saber que presentará un paquete muy potente de medidas contra la corrupción, y habrá que ver, porque como sean igual que las medidas contra el machismo en el PSOE, no le arrendamos mucho las ganancias. De hecho, habrá que ver si lo de hoy no se resume simplemente en un volquete de medidas, sin dar explicaciones de qué ha pasado y por qué ha pasado.
Hoy la comparecencia de Sánchez no debería ser únicamente esconderse detrás de una lista de medidas postureras, sino dar muchas explicaciones. Y la gran duda es si, entre sus golpes de efecto, estará adelantarse a algunos de sus socios y finalmente anunciar que está dispuesto a someterse a una cuestión de confianza, algo que ya lo ha exigido Coalición Canaria, el PNV dicen que se lo está pensando, etcétera. Conociendo a Sánchez, si se diera el caso o si diera el paso, sería después de haberse garantizado que sus socios no le van a dejar caer, porque la cuestión de confianza tiene el riesgo de que, si la pierdes, tienes que convocar elecciones. Y eso es una cosa que no sabemos si le da más miedo a Sánchez o a Yolanda Díaz, que lleva varias semanas muy enfadada, pero sin acabar de dar.
Sin acabar de dar, pero muy enfadada. Yolanda Díaz, por cierto, tenía previsto tomar hoy la palabra personalmente en nombre de Sumar, pero su padre ha fallecido en las últimas horas, cosa que lamentamos, por lo que habrá que ver si finalmente la intervención del socio de coalición corre a cargo de Verónica Martínez.
Pues habrá que ver qué le exige Sumar al presidente del Gobierno y con qué se conforma, porque hay socios del Gobierno que le exigen garantías de que el PSOE no se financió ilegalmente. El problema es que eso no se puede refutar así, sacándote del bolsillo la factura del súper o mostrando los últimos informes del Tribunal de Cuentas, porque toda financiación irregular, si la hubiese, está siempre bajo el radar.
Por eso, normalmente, las auditorías buenas te las hace la UCO y los tribunales. En todo caso, fíjense, tanto marear la perdiz para no comparecer pronto, tanto interés tenía Sánchez por retrasar sus explicaciones sobre la corrupción hasta este 9 de julio, y al final esta comparecencia ha venido a coincidir con el último traje que le ha hecho Bruselas a Moncloa. Precisamente en vísperas de esta comparecencia, la Comisión Europea presentaba ayer su informe sobre la salud democrática de los países de la Unión, y el informe de este año se hace eco del caso Koldo. Es más, Bruselas tira de las orejas al sanchismo porque constata que en España se mantiene el alto riesgo de corrupción en la contratación pública y la financiación de partidos.
Lo de la contratación pública no hace falta añadir mucho más, en vista de todo lo que estamos conociendo sobre las adjudicaciones irregulares que amañó presuntamente la trama de Cerdán y que ha provocado un rosario de imputaciones. Y lo de la financiación de los partidos, pues esa es la madre del cordero. Esa es, esa es la madre del cordero. El gran tabú del PSOE ahora mismo.
Nada interesa más ahora mismo al PSOE que negar que haya habido financiación irregular y nada desean más los socios del PSOE que eso sea verdad. El caso es que, pase lo que pase con la trama de Cerdán, la Comisión denuncia que la financiación de los partidos políticos persiste en España como área de alto riesgo y afea al Gobierno que no se hayan dado pasos para reformar la legislación electoral en línea con las recomendaciones del Tribunal de Cuentas. También critica Bruselas que en 2023 se aprobara una ley de protección al denunciante, pero que la estrategia de lucha contra la corrupción, que debería haber estado lista el pasado mes de septiembre, todavía está por empezar. Dicho de otra manera: en la víspera de que Sánchez comparezca para dar explicaciones por la corrupción que ha salpicado al PSOE y a su Gobierno, la Comisión Europea le ha dicho a Sánchez que se ha tomado la lucha contra la corrupción poco menos que a pitorreo, que es un poco como se han tomado también, por cierto, algunos sanchistas sus comparecencias en las comisiones parlamentarias de investigación. Sin ir más lejos, en las últimas horas, la que ha tenido que volver a pasar por el Senado ha sido Francina Armengol, para explicar por qué dijo en esa misma comisión que no conocía a Víctor de Aldama, para poco después haber reconocido que sí, que sí le conocía.
Dice la presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado, que ella se reúne con mucha gente y que no se acordaba cuando se lo preguntaron, pero que luego, haciendo memoria, sí cayó en la cuenta de que un día tuvo una reunión con el responsable de Air Europa y que ahí estaba Víctor de Aldama como asesor.
Claro, lo de la memoria selectiva siempre es un buen recurso para echar balones fuera. A todo esto, la que lo tiene cada vez más difícil es Isabel Pardo de Vera. Entre el enchufe de Jessica y las adjudicaciones sospechosas, ya acumula siete delitos imputados. La Audiencia Nacional considera que la exdirectora de Adif, además de malversación y tráfico de influencias, puede haber incurrido en los delitos de cohecho, prevaricación y pertenencia a organización criminal. Repetimos: con esto, la Audiencia Nacional amplía la organización criminal al aparato del Gobierno, no solo al PSOE, y la Guardia Civil vincula a Pardo de Vera con hasta cuatro adjudicaciones amañadas. De hecho, Santos Cerdán tenía gran interés en ascenderla dentro del organigrama del Gobierno, seguramente porque la veía como una persona útil para engrasar las adjudicaciones.
Alguien que, cuando le pedían que tirase por donde convenía pasar, no ponía muchas trabas. Lo que pasa es que ahora tiene el problema judicial que tiene. Como lo tiene también la famosa fontanera de las cloacas del PSOE, Leire Díaz. Un juzgado ha abierto ya otra investigación contra ella por haber tratado de condicionar la causa sobre el presunto enchufe del hermano de Pedro Sánchez. Así que fíjense la de heridos judiciales que ha dejado la balacera del sanchismo, sin contar que hay personajes que ahora mismo están formalmente limpios de polvo y paja, pero sobre los que sobrevuelan informaciones inquietantes. Un ejemplo es la nueva secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, que si también acaba teniendo problemas judiciales, como sus dos antecesores, a Sánchez ya le puede dar un pasmo.
De momento no. De momento, Rebeca Torró no tiene ningún problema judicial, pero esos contratos que concedió como consejera valenciana al empresario José Ruz, imputado por su relación con la trama, son cuando menos llamativos. Vamos, que Sánchez tiene un criterio para elegir secretarios de Organización del PSOE bastante peculiar. Y a la señora Torró, recuerden, el plan era que la supervisara Paco Salazar, el galán dandy del sanchismo, el hombre al que ayer defenestraron oficialmente de Moncloa por las acusaciones de acoso machista. Es curioso porque los periodistas que desvelaron esas denuncias aseguran que lo de Salazar era un secreto a voces y que en el PSOE, por más que ahora lo nieguen, algunos miraron para otro lado. De hecho, la rapidez con la que cayó una vez que algunas víctimas se atrevieron a denunciar y algunos medios se atrevieron a publicarlo demuestra que, efectivamente, algo se sabía. Por eso, porque saben que esto parece lo que parece, Pilar Alegría tiene tanto interés en negar la mayor.
Bueno, pues ahora las grandes medidas contra el machismo han sido colocar en un lugar más visible de la web del PSOE el canal de denuncias contra el acoso sexual, mandar correos a todo el personal de Moncloa para hacerles ver que deben denunciar si se enteran de algún caso y anunciar futuros cursos de sensibilidad contra el machismo. Lo primero que hay que decir es que son medidas de Perogrullo, porque si al Gobierno más feminista del mundo mundial, a estas alturas, hay que mandarle correos o hacerles cursos para explicarles que hay que denunciar el acoso sexual, es para hacérselo mirar. Pero en todo caso, la pregunta sería: ¿y por qué no lo hicieron antes? Pues seguramente por la misma razón por la que no aplicaron antes todas las medidas que hoy anunciará Sánchez contra la corrupción: porque a Sánchez seguramente no le importa tanto que pasen determinadas cosas como que se hagan públicas.