

"Yolanda Díaz sabe más de diplomacia y de conflictos en Oriente Medio que todos los países que apoyaron el plan de Trump en Gaza juntos"
El director de 'Herrera en COPE' analiza la actualidad que marca la jornada de este miércoles 1 de octubre
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Señoras, señores, me alegro. Buenos días. Aquí está octubre. ¿No quería usted que llegara octubre? Pues ahí lo tiene. Todo para usted. Todo para usted en un día en el que parece que las cosas se empiezan a calmar ya en cuanto a tormentas, borrascas, danas y demás.
Y un día que puede ser importante para Oriente Próximo, porque está previsto —bueno, falta que se cumpla— que Hamás anuncie si acepta o no el plan de paz que ha propuesto Estados Unidos. Estamos a la espera de Hamás, que lo está peinando todavía. Hay un amplio consenso de apoyo al plan.
¿Ustedes se acuerdan de las historietas geniales de Goscinny y Uderzo de Astérix el Galo, cómo comenzaban? Bueno, pues hemos encontrado la pequeña aldea de irreductibles que no está de acuerdo con este plan de paz… y está dentro del gobierno español.
¿Cómo será de exótico y contemporáneo nuestro gobierno, que cuando todo el mundo se une en el apoyo al plan de paz, el Gobierno de Sánchez se divide? Aparece la palabra paz y un plan más o menos efectivo para un alto el fuego que ponga fin al sufrimiento de la población civil… y el gobierno de España se rompe porque la extrema izquierda pro-Hamás, antisemita, no lo acepta, no le gusta, está contra el plan.
¿Por qué? Porque está con Hamás y contra Israel. La prueba: celebraron el acto terrorista del 7 de octubre, que es el que comenzó esta guerra. Y esta guerra la tiene que acabar Hamás, no tiene muchas más opciones.
En fin, nosotros somos una excentricidad mundial con la demagogia que ellos llevan desplegando semanas. ¿Estamos o no estamos? Compare el genocidio, dicen... Pues el socio principal de Sánchez no está ni con Israel, ni con Estados Unidos, ni con Sánchez, ni tampoco con Qatar, Turquía, Egipto, Emiratos Árabes, Jordania, Indonesia, Pakistán, Rusia, China, que ayer mostraron su apoyo al plan.
Yolanda Díaz sabe más de diplomacia y de conflictos en Oriente Medio que todos esos países juntos. Por eso ha dicho que no. Bueno… si hasta Hamás está estudiando el plan.
Ya veremos qué pasa, porque saben ustedes que en las últimas horas, además, Netanyahu, en la Casa Blanca, no puso pegas, pero en cuanto ha llegado a Israel ha dejado claro que no piensa aceptar la creación de un Estado palestino de ninguna de las maneras.
Claro, esto ya se olía en el plan presentado ayer, ¿no? Trump deja abierta la puerta a una futura autodeterminación palestina, pero no dice nada del Estado palestino. Pero bueno, lo fundamental: es un plan que apoyan los países árabes y que, oiga, podría meter a Oriente Medio en un círculo más o menos virtuoso en vez de vicioso.
Ahora, el gobierno de España, siempre a medio camino entre lo indignante y lo ridículo. Lo de Yolanda Díaz es un meme. Es un puro meme. Y Pedro Sánchez, probablemente, rumiando su próximo movimiento en clave de política interna. Sus excesos retóricos, sus desplantes a socios, su radicalidad demagógica han situado —vaya, y lamentablemente al país— en un personaje intrascendente en la política internacional.
Se paseó por Nueva York yendo a tertulias, dando entrevistas, recogiendo premios de esos que te cuestan un congo en donaciones… pero no se olió nada de lo que se estaba cocinando allí: el respaldo del mundo árabe a la iniciativa de paz de Trump. O sea, se paseó por Estados Unidos como el campeón de la liga anti-Trump mientras Trump organizaba una liga para presionar a Israel y a Hamás a aceptar su plan de paz.
Claro, ahora no le ha quedado más remedio que aplaudirlo, con la boca pequeña, seguramente.
Miren: el amplio movimiento de apoyo a este plan deja a Hamás con poco margen. Ha sido muy golpeado militarmente y, pudiendo haber ganado la batalla de la propaganda internacional —que la estaba ganando—, ahora puede perderla, porque la mayoría de actores de la zona apoya la iniciativa de Trump. Ya veremos.
No sería el primer plan que naufraga, desde luego, pero al menos cuenta con el apoyo de todos los que tienen algo que decir en la zona.
Bueno, presupuestos: solo una pincelada. En política nacional vivimos el cuento de los 100 días sin presupuestos, las mil y una noches de Sherezade, que nos va contando cuentos y cuentos para demorar lo inevitable. Ni ERC ni Junts están ahora mismo por dar apoyo a las cuentas de Sánchez. Podemos, tampoco. Y uno de la Chunta Aragonesista ha dicho que, oiga, si no hay presupuestos, hay que ir a elecciones, que es lo que decía Sánchez antes. Veremos cómo deriva eso en las próximas horas.
Y sobre las reacciones del gobierno… eran las esperadas, después del aluvión de bofetones que ayer se llevó la defensa de Begoña Gómez, la mujer de Sánchez.
Ayer Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, insistía: “No hay nada, no hay nada, no hay nada”. Bueno, de momento hay 121 correos que demuestran que la asistente de Begoña Gómez no solo le llevaba la agenda, sino también los negocios privados.
Y estamos seguramente a las puertas de un nuevo informe de la UCO sobre las relaciones de Ángel Víctor Torres con la trama Koldo. Torres apareció desde el primer momento vinculado al caso, igual que Francina Armengol, otra que está en la cocina, porque ambos compraron mascarillas a la trama Koldo cuando eran presidentes autonómicos.
Luego, Víctor de Aldama denunció más relaciones, y en los próximos días se espera un informe más detallado de la UCO sobre las conexiones del ministro con la trama de comisionistas. Yo les recuerdo: un informe similar sobre Santos Cerdán lo mandó a la cárcel y provocó un cataclismo político.
En torno a este asunto, parece que Ábalos, según algunas informaciones de hoy, estaría valorando dimitir como diputado. ¿Por qué? Porque al llevar la causa la Audiencia Nacional, eso demoraría bastante lo que, al final, parece el tubo del embudo: antes o después acabará en la parte estrecha, la que lleva al hotel de las rejas. A juicio, desde luego, le va a llevar.
Y un último apunte: hoy The Objective ofrece una nueva entrega sobre las negociaciones de Rodríguez Zapatero con ETA en 2006. Hoy cuenta que los mediadores del Gobierno de España avisaron a ETA de que Francia preparaba un golpe policial contra la banda. Y también intentaron parar operaciones policiales en España con chivatazos como el del bar Faisán o con el relevo en la Fiscalía.
Ya saben que al frente de la Fiscalía estaba Eduardo Fungairiño, un fiscal contundente que ponía a ETA contra las cuerdas cada vez que podía. Pues ahí estuvo Cándido Conde-Pumpido, ¿recuerdan?, quitándolo de en medio. Pero sin complejos, como hace las cosas Gracita Pumpido.



