Lo que no te han contado de Jane Goodall: su firme creencia en la existencia del Yeti o el Bigfoot
Javier Sierra desvela en 'Herrera en COPE' la postura de la recién fallecida primatóloga sobre el Bigfoot y otras criaturas legendarias

Escucha 'Lo Misterioso', con Javier Sierra, de este martes 7 de octubre
Publicado el
2 min lectura
El reciente fallecimiento de la primatóloga Jane Goodall ha puesto de relieve su inmenso legado científico, pero también ha rescatado una de sus facetas más desconocidas. Durante 'Lo Misterioso' en 'Herrera en COPE', Javier Sierra ha revelado la sorprendente postura que la científica, fallecida a los 90 años, mantenía sobre la existencia de criaturas como el Yeti o el Bigfoot.
ESCUCHA AQUÍ LO MISTERIOSO

Joan Goodall y el Bigfoot
Una teoría basada en la coherencia
Sierra ha explicado que Goodall, reconocida mundialmente por sus trabajos con chimpancés, adoptó una "posición muy, muy abierta" ante este enigma. La primatóloga encontraba "coherente" la existencia de relatos sobre criaturas similares en todos los continentes, aunque con distintos nombres: Yeti en Asia, Sasquatch en la costa noroeste del Pacífico o Yeren en China. Según ella, los testimonios solían coincidir en dos tipologías: un homínido pequeño y gris, y otro más grande y negro.
Esta perspectiva se vio reforzada por una experiencia indirecta en Ecuador. En una visita a un pueblo remoto, unos cazadores le contaron su temor hacia un "mono sin cola" de 1,80 metros de altura que habitaba en la selva. El hecho de que esta tribu tuviera "muy poco contacto con occidente" y, por tanto, no estuviera influenciada por leyendas externas, marcó profundamente a la investigadora.
La ciencia frente al misterio
A pesar de la convicción de Goodall, las pruebas materiales nunca han respaldado la existencia de estos seres. Sierra ha mencionado el 'Collateral Hominid Project', una investigación de 2012 de las universidades de Oxford y Lausana que analizó pelos y otros restos. Los análisis de muestras del Himalaya revelaron que pertenecían a cabras o incluso a un oso polar del Paleolítico, mientras que las de Norteamérica se correspondían con especies ya conocidas.
TE PUEDE INTERESAR
La propia etóloga defendía que el "aluvión enorme de fotografías, aunque fueran borrosas", podría ser suficiente. En este sentido, afirmaba que "ni siquiera sería necesario que tuviéramos el cuerpo de una de estas criaturas para convencernos de su existencia".
El debate, por tanto, se mantiene entre la postura abierta de una científica de prestigio y la contundente falta de un genoma o prueba física que confirme la existencia de un nuevo homínido.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.