Javier Sierra sobre el robo en el Louvre: "Eran delincuentes comunes que estaban fichados por la policía"
Los ladrones no estaban especializados en delitos de arte, y todo apunta a que se trataría de un encargo

Publicado el - Actualizado
3 min lectura9:31 min escucha
La investigación sobre el robo de joyas en el Louvre ha dado un giro inesperado. Tal y como ha analizado el colaborador Javier Sierra en el programa 'Herrera en COPE' con Alberto Herrera, la tesis de que se trataba de ladrones sofisticados se ha desmontado. Las autoridades francesas han comunicado que el asalto fue obra de delincuentes comunes, y ya son cuatro los detenidos, aunque uno de los cómplices permanece prófugo y en búsqueda.
escúchalo en podcast

Novedades sobre el robo en el Louvre
El perfil de los atracadores
Los indicios han permitido construir un perfil de los asaltantes que perpetraron el robo el pasado 19 de octubre. Según ha detallado Sierra, el ADN ha sido clave para incriminar a los sospechosos. Uno de ellos, un hombre de 34 años de origen argelino, fue detenido en el aeropuerto cuando se disponía a tomar un vuelo a su país sin billete de regreso. Su ADN fue encontrado en una de las motocicletas usadas en la huida.
En la misma operación se arrestó a un hombre de 39 años en un suburbio de París, cuyo ADN estaba en una de las vitrinas de la Galería Apolo, donde se robaron joyas de la monarquía francesa valoradas en más de 80 millones de euros. Un tercer hombre, de 37 años, fue delatado por sus muestras genéticas en la carretilla elevadora que usaron para acceder al segundo piso del museo rompiendo una ventana.
La pareja de este último, una mujer de 38 años, también ha sido detenida, ya que su ADN también se encontró en la carretilla, aunque ella niega cualquier participación en los hechos. El currículum de los detenidos confirma que eran delincuentes comunes, fichados por robos como estrellar un coche contra cajeros automáticos, lo que ha sorprendido a los investigadores.
¿Un encargo de una fuente externa?
La gran pregunta que se hace ahora la policía es qué ha pasado para que un grupo así atacara una institución como el Louvre. El ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, cree que "debieron encargarle este asunto a este grupo de gente". Se piensa que una fuente exterior pudo contratar a estos delincuentes, que ya se conocían de pequeños hurtos anteriores.

Collar y pendientes de esmeralda de la reina María Luisa robados del Museo del Louvre
Esta hipótesis, sin embargo, choca con la práctica habitual en el mundo del hampa, donde los ataques contra el patrimonio se encargan a especialistas de gran "pulcritud", como señaló Sierra, para evitar dejar pistas. La elección de este grupo ha generado una de las grandes incógnitas del caso: "Por qué contrataron chorizos comunes para atacar el Museo del Louvre?", se preguntan las autoridades.
El valor simbólico de las joyas
Más allá del valor económico de 88 millones de euros, Javier Sierra ha puesto sobre la mesa la importancia del valor simbólico. Existe un mercado de coleccionistas de élite que buscan exclusivamente piezas de la realeza. Según el experto, se trata de una motivación casi supersticiosa, "como si la posesión de los objetos sagrados o políticamente muy significados confiriera parte de ese valor a su propietario". Este factor lleva a la policía a plantearse a quién podría interesarle tener estos objetos en su poder.
Este tipo de crimen no es un hecho aislado. Sierra recordó que, de los aproximadamente 10.000 delitos contra el patrimonio que se cometen al año en el mundo, "la mitad de esos delitos se producen en Europa". Los expertos atribuyen este fenómeno a la poca inversión en seguridad en los museos, la porosidad de las fronteras y la actividad de bandas organizadas, muchas de Europa del Este, que encuentran un mercado muy fácil en Asia y Oriente Medio.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.
        
                
                        
            
                    


