"Los jóvenes se han hartado de la estafa del amor líquido, del ghosting y del globo del amor basura que es el Tinder y lo romántico se ha convertido en contracultura"

Jorge Bustos reivindica el cambio 'punky' de tendencia en la generación Z que apunta a una reivindicación del matrimonio

- 5 min lectura | 8:57 min escucha

 El matrimonio está de moda en España y en todo el mundo. Ayer leí un reportaje muy interesante de mis compañeros de El Mundo Raquel Incertis y Abel Ros, que llevaba este titular, 'La generación del anillo: por qué los jóvenes vuelven a estar locos por casarse'. Jennifer López fue una visionaria su canción que lanzó en 2018. Pero por aquel entonces, ese estribillo del anillo para cuando le sonó a rancio a muchos, eh, aunque en realidad estaba anticipando los nuevos tiempos. Hoy muchos ídolos de la llamada generación Z reivindican orgullosamente el matrimonio. Taylor Swift, por ejemplo, que se ha pasado toda su carrera cantando al desamor y a las rupturas sentimentales, se ha comprometido con el jugador de la NFL Travis Kelce. Selena Gómez comparte fotos de su boda con el productor Benny Blanco. Dua Lipa presume de su compromiso con Callum Turner y Zendaya va por las alfombras rojas luciendo el anillo que le ha regalado Tom Holland.   

En el reportaje del que te hablaba, la psicóloga Silvia Sanz expone una teoría interesante. Dice que la generación Z, que ha crecido hiperconectada, acostumbrada a las relaciones fluidas y a los amigos virtuales, ha empezado a buscar justo lo contrario. Presencia física, historias que duren, rituales que den sentido, vínculos que anclen. Es un regreso, dice esta psicóloga, al deseo de pertenencia, una forma de recuperar profundidad en medio de tanto movimiento. O sea, que la muchachada parece que se ha hartado de la estafa del amor líquido, del ghosting, de esa especie de globo del amor basura que es el Tinder y lo romántico se ha convertido en contracultura. Una reivindicación punky. Ahora lo que mola es un bodorrio por todo lo alto, con pedida, despedida, preboda, postboda, hasta grupo flamenco, que se lo digan a mi compadre Alberto Herrera, sin ir más lejos. Y a mí me parece bien. Es más, me parece inevitable. De hecho, me parece que ese retorno del compromiso se queda corto.

 La política líquida  

Debería extenderse con urgencia a la política porque efectivamente estamos viviendo la edad de la política líquida, la política sin presupuestos. Pero con vídeos de TikTok, la política del zasca en las redes sociales, pero sin debate del estado de la nación. La política que no aprueba leyes para solucionar los problemas de los españoles, pero los enfrenta para que se culpen entre ellos y no miren hacia el que manda. Estoy describiendo el sanchismo naturalmente, pero me temo que su forma de hacer política ha creado escuela, ha contagiado también a una parte de la derecha, más atenta al postureo que al programa. Más atenta al parecer que al ser, más atenta al decir que al hacer. Y es una pena, porque si hay una familia política que está llamada a dirigir el futuro de España y de Europa en los nuevos tiempos, es precisamente el conservadurismo.

¿Por qué? Porque cuando la gente se harta de liquidez y de tanto cambio de opinión y de la mentira constante, surge la añoranza de la política sólida, de esa gente que prometía solo lo que podía hacer y luego lo hacía y, si no lo hacía, dimitía. Por eso quizás estos días algunos estamos rememorando con nostalgia la Transición que no vivimos, pero de la que tanto hemos leído, y sobre todo la clase política que la hizo posible. Hay compromisos que quisiéramos que volvieran, por ejemplo, el compromiso con el programa y con la inteligencia adulta del votante.

 La nueva fiscal general del Estado  

Y luego hay compromisos que nos gustaría que se rompieran. Por ejemplo, yo deseo que se rompa el compromiso del fiscal general del Estado con el gobierno que lo nombra. Deseo que Teresa Peramato se divorcie de Pedro Sánchez antes de prometer su nuevo cargo como fiscal general. Yo no discuto sus méritos, su trayectoria, su lucha contra la violencia machista.

Lo que me da miedo es que se parezca demasiado a su mentor en la Fiscalía del Supremo, que fue Álvaro García Ortiz, que ha acabado juzgado, condenado e habilitado por no divorciarse a tiempo del matrimonio Pedro-Begoña. Que una fiscal general sea feminista está muy bien. Que sea progresista no debería hacer daño porque un progresista en teoría cree en la separación de poderes. Pero que sea sanchista es letal. Y yo de Peramato espero que se conduzca sencillamente como una buena jurista en el año que queda de legislatura. Créame, doña Teresa, no merece la pena jugarse el prestigio acumulado en 35 años de carrera por este gobierno. No obedezca sus sugerencias de acusar o de dejar de acusar en tal o cual procedimiento en función de si daño o beneficia al relato del PSOE. No lo haga. No se lo haga a sí misma y sobre todo no nos lo haga a todos los demócratas.

Ayer, por cierto, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, escenificaron un cierto divorcio Félix Bolaños y Yolanda Díaz. No hace falta que te diga quién es el más listo de los dos. Una alentando a las calles y el otro respetando, al menos de boquilla, al Tribunal Supremo. Obviamente esto apesta a paripé, a reparto de papeles, el más institucional para el ministro del ramo y el más callejero para nuestra compradora de bolsos falsos. Pero estaría bien que el gobierno de coalición nos aclarara si su postura oficial es la de respetar al Supremo o la de llamarlo golpista, porque las dos posturas a la vez son incompatibles y las dos las estamos viendo. Y luego está el divorcio con los socios.

Sin presupuestos, sin mayoría, con Armengol bloqueando las iniciativas de la oposición para que no salgan aprobadas, con el gobierno aferrándose al perfil netamente progres de la nueva fiscal general para que le proteja los próximos juicios por corrupción con un exsecretario y exministro y hombre fuerte del sanchismo a punto quizá de entrar en la cárcel mañana. Escucha a Aitor, Pedro, o escucha al menos a Jennifer López. ¿Elecciones para cuándo?

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