El doctor Plagio ha sido investido presidente por mayoría simple del Congreso. Nunca este sintagma fue tan exacto al describir la exigua mayoría del sí. Ahora tendremos ocasión de comprobar si de verdad era muy urgente tener un Gobierno o era peor el remedio que la enfermedad. Lo que no se entiende son las prisas. Primero dijeron que antes de Navidad. Después, que antes de las uvas. Más tarde que antes de Reyes. Y por fin, abrochando el día de Reyes y la pascua militar con el debate. Yo tenía la sospecha de que trataba de competir con el Rey con un discurso navideño alternativo. En realidad tenía prisa para adelantarse a lo que él mismo llama ‘la deriva judicial’. Ahora hay que dar un poco de tiempo para que la política siga imponiéndose a la judicialización. O quizá para hacer algún viajecito con su señora en el Falcon.

Suenan tambores de guerra con la primera respuesta de Irán al atentado con drones contra el general Suleimani. Irán ha atacado con una decena de misiles varias bases de EEUU en Irak. Hay otra noticia internacional de alcance en Venezuela, donde el presidente encargado, Juan Guaidó tuvo que abrirse paso, forzando el bloqueo de la Guardia Nacional Bolivariana. Esto sí era bloqueo, par Sánchez-Iglesias. Aquí en España vamos a tener un Gobierno más próximo a Maduro que a Guaidó. Tiempo habrá de ir rescatando las opiniones del vicepresidente sobre el chavismo-madurismo.

Pero de momento, nosotros bastante tenemos con lo nuestro y ayer empezó la demolición del régimen constitucional, el forzamiento del ‘candado del 78’, que es como el macho alfalfa del Gobierno llamaba a la Constitución española. Hubo mucha algazara ayer al terminar la sesión de investitura. Hubo jolgorio, risas y lágrimas, gritos de “sí se puede” puño en alto y un cierto aire inaugural de colegio de párvulos. Por lo demás, Pablo Iglesias, sigue la ruta previsible: adelantarse a Sánchez al hacer público su Gobierno hasta el nivel de secretarios de Estado. 

Y secretarias, claro. Aigor quiere hacer evidente que hay dos Gobiernos en uno, tal como denunciaba el doctor Frónkonstin. Aquí tal vez tengamos que revisar la condición de macho alfalfa que le habíamos adjudicado. Todo es mudable, las palabras no significan nada y el macho alfalfa puede ser muy bien la hembra de la mantis religiosa, que se va a comer a Sánchez durante la cópula.

No sabemos si el plazo de quince días para constituir la mesa entre Gobiernos empieza a contar ya o solo lo hará a partir de la foto de familia. Sí sabemos que justo al revés de todos los precedentes conocidos, vamos a afrontar la crisis con más ministros que nunca. ¿Qué puede salir mal?