María, alumna de un colegio de Madrid: "Me gustaría empezar más tarde las clases porque me gusta dormir más. Y los exámenes, mejor a tercera hora porque estás más activa"
Pediatras y expertos en sueño proponen retrasar el inicio de la jornada en la ESO y Bachillerato para alinearla con el reloj biológico de los adolescentes y Pilar Cisneros lo analiza desde un colegio madrileño

Pilar Cisneros, desde un colegio madrileño, habla con alumnos y docentes sobre la influencia de la atención de los alumnos por entrar a las 8:30h
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El debate sobre la idoneidad de los horarios escolares ha vuelto a la primera línea.
Pediatras y médicos expertos en sueño han propuesto esta semana retrasar la entrada de los alumnos de Secundaria y Bachillerato entre media hora y una hora. La razón se basa en la ciencia: en la adolescencia se produce un retraso de fase en el reloj biológico que provoca que se duerman más tarde. Esto, sumado a que la mitad de los adolescentes en España duerme menos de ocho horas, genera una especie de jet lag escolar que afecta directamente a su rendimiento académico.

Pilar Cisneros en un colegio de Madrid
La propuesta, detallada en el programa 'Herrera en COPE', no solo se limita a empezar más tarde, sino que también sugiere que las asignaturas troncales y los exámenes no se impartan antes de las 11 de la mañana. Según los especialistas, la capacidad de aprendizaje y retención de los jóvenes es mínima entre las 8 y las 10:30, pero aumenta sensiblemente a partir de las 11. Los expertos recuerdan que, al igual que se dejó de fumar en hospitales, la sociedad debe evolucionar y adaptarse a la evidencia científica.
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¿Qué opinan alumnos y profesores?
Para conocer la opinión de la comunidad educativa, la periodista Pilar Cisneros se ha desplazado al colegio Santa Ana y San Rafael de Madrid. Allí, los alumnos de cuarto de la ESO, de entre 14 y 15 años, comienzan su jornada a las 8:30.
María, una de las estudiantes, tiene claro cuándo prefiere que le pongan los exámenes: "A tercera hora", explica, porque es cuando se siente "más activa".
Su compañera Isabel secunda esta idea, al afirmar que el momento del día en que se siente "más atenta" es "después del patio del recreo", que en su centro es a las 11:45. Estas percepciones coinciden plenamente con el estudio de la Sociedad Española de Pediatría y las unidades de sueño, que indica que el cerebro adolescente aprovecha mucho mejor la jornada escolar a partir de media mañana.
El reto de adaptar la dinámica en el aula
Desde la dirección del centro, Azucena Santa Cruz, la directora, considera que la atención de los alumnos depende de la metodología. "Si en clase tienes un sistema de no estar explicando toda la hora, que ellos pueden participar, yo creo que pueden estar atentos", matiza. Por su parte, Juan Marrueda, director de la ESO y Bachillerato, reconoce que aunque "a las 8 y media estás más dormido", la dinámica de la clase es clave, si bien admite que la mejor hora para el rendimiento "posiblemente" sea a las 11 o las 12.

Imagen del interior de una aula
Sergio, profesor de inglés, confirma desde su experiencia diaria que la atención de los alumnos fluctúa.
Afirma que adapta los contenidos según el momento del día porque la falta de concentración a primera hora es una realidad. "No estar al 100 por 100, sí que se nota dependiendo de la hora de la mañana", concluye. La cuestión, como apuntaba el periodista Jorge Bustos desde el estudio, es si la sociedad puede organizarse para este cambio, aunque la evidencia parece clara: un buen descanso es esencial para el aprendizaje.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




