Rafael Arias-Salgado: “El interrogatorio a Martín Villa es ‘delirante’, la jueza olvida la historia”
El pte. de la Fundación Transición Española y exministro con Adolfo Suárez y Calvo Sotelo ha visitado los micrófonos de Fin de Semana con Cristina

Rafael Arias-Salgado: “El interrogatorio a Martín Villa es ‘delirante’, la jueza olvida la historia”
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
El interrogatorio de Rodolfo Martín Villa por parte de la Justicia argentina ha generado toda una ola de indignación en numerosas personalidades políticas (exceptuando Unidas Podemos, que lo celebra), por lo que Cristina le ha querido preguntar al respecto.
“Creo que la expresión ‘delirante’ está muy bien empleada”, asegura Arias-Salgado, “porque la jueza argentina desconoce absolutamente todos los acontecimientos que definieron el proceso español de transición y el papel que Martín Villa jugó en ese proceso. La señora jueza olvida que lo primero que primero que hicieron las Cortes Constituyentes elegidas en junio de 1977, lo primerísimo, fue elaborar una proposición de Ley, no a iniciativa del Gobierno sino de los grupos parlamentarios. Una proposición de Ley de Amnistía que recoge y regula la amnistía más amplia jamás concedida en España, y no tuvo en cuenta que esa Ley de Amnistía era la expresión de un proceso de reconciliación nacional”.
NO HAY RECONCILIACIÓN SIN PERDÓN
“Se podría explicar desde una cierta perspectiva, a través de tres conceptos”, detalla el exministro: “El perdón recíproco que implica la reconciliación en sí misma: no hay reconciliación sin ese perdón de unos para otros y el reconocimiento simultáneo de que, en ambas partes de España, en cada una de las dos Españas de Antonio Machado, hubo cosas malas y buenas; en segundo lugar, porque en la proposición de Ley era lo más amplia que jurídicamente se podía establecer, cabían dentro de la Ley todo tipo de delitos que hubieran estado relacionados en mayor o menor medida con una dimensión política; y, finalmente, y para mí lo más importante, intenta iniciar un proceso de rectificación de la historia de España donde las famosas dos Españas habían singularizado todo nuestro proceso histórico desde finales del siglo XVIII, durante todo el XIX y en gran parte del XX. Ese proceso de rectificación y reconciliación nacional es, para mí, la dimensión más importante, y todo esto es lo que ha ignorado la jueza argentina, y es realmente sorprendente”.
El también exdiputado explica que “hay un intento de deslegitimación del proceso de Transición” y que se inicia, “de forma moderada”, en la presidencia de Rodríguez Zapatero: “Presenta en el Congreso de los Diputados una Ley de Memoria Histórica, y que por tanto viene a afirmar que lo que se hizo con la Ley de Amnistía no cerraba el proceso histórico español, sino que, por el contrario, se había cerrado pretendidamente de forma incompleta, y que había que volver a revisar una parte del pasado. Eso de un lado, y de otro, el intento del señor Zapatero de intentar evitar que el centro derecha pudiera nunca volver a ganar unas elecciones mediante una especie de alianza institucionalizada con los partidos nacionalistas, lo cual está explícitamente dicho en el Pacto del Tinell. Y ahí se inician dos tendencias: la revisión del consenso de la Constitución de 1978 por una parte, y las relaciones de poder con el fin de conseguir una especie de monopolio en las elecciones a través de una coalición institucionalizada, por otra”. “Hoy vivimos algunas de las consecuencias de eso con la aparición de Podemos”, asegura Arias-Salgado: “Nace del propósito de revisar el sistema constitucional que se engendró en la Constitución vigente”.
PODEMOS, EL HIJO POLÍTICO DE RODRÍGUEZ ZAPATERO
“¿Cómo se legitima una fuerza anticonstitucional o a la que no le gusta la Constitución? ¿Cómo se legitima su planteamiento si no es impugnando el proceso de Transición y su iniciación que es la Ley de Amnistía?”, pregunta el expolítico, a lo que responde que, “evidentemente, o impugnan o eso o su planteamiento político pierde todo fundamento, y de ahí nace Podemos, que es un hijo natural de los planteamientos de Zapatero, que rompe la trayectoria histórica que marca Felipe González y la quiebra, y a partir de ahí se inicia un intento de deslegitimar la Constitución vigente y el proceso de Transición, y en eso estamos y eso provoca una cierta crisis institucional, se empieza con la impugnación de la Monarquía, se hace un replanteamiento del Estado de las Autonomías donde el independentismo tiene un papel protagonista y se utiliza la crisis económica para hacer planteamientos no solo económicos y sociales sino otros que implican una revisión de todo el contexto económico que se inicia también en el proceso de Transición que Felipe González respeta y que ha sido, por línea de conducta y de orientación, de todos los gobiernos hasta que Zapatero pone en marcha ese cambio subyacente de nuestro proceso político”.
El exministro concluye explicando que “se trata de evitar la independencia de todos aquellos órganos y organismos que se fueron generando a lo largo del proceso de Transición y del desarrollo de la Constitución. Es un elemento más que refleja el intento de impugnación. El problema que tenemos en España ahora es hasta qué punto el presidente del Gobierno es cómplice de este proceso. En la medida en que puede resultar cómplice, y hay indicios de ello, todo el sistema constitucional entra en una cierta crisis”.



