Luis del Val recuerda a su amigo Álvaro de Luna en 'Fin de Semana'. El entrañable 'Algarrobo', que a tantos acompañó su infancia por aquellos caminos de Despeñaperros, tiene un lugar privilegiado en el corazón de nuestro colaborador.

Luis de Val ha recordado como podías encontrarte con él si ibas por el Paseo de Recoletos. Solía estar en el Café Gijón "el último centinela de las tertulias, siempre y cuando no fuera a casa de Fernando Fernán Gómez". Una tarde con Fernando, decía, "te nutre para toda la semana".

Del Val cuenta como Pepe Sancho se compró una casa en Altea en la que los tres amigos solían hacer comidas y cenas veraniegas "en la que ponían mesura nuestras mujeres" asegura entre risas. Cuando faltó Pepe y nos veíamos por algún plató "quedábamos en llamarnos en verano" pero no lo hacían para no enfrentarse a la ausencia de Pepe; eso les "arrebataba cualquier alegría".

Las discusiones entre Pepe Sancho y Álvaro de Luna a cuenta de política "uno de derechas y el otro socialista" acababan siempre en risas, recuerda el escritor.

Del Val repasa aquella época en la que el éxito de Curro Jimenez fue de tal envergadura que les llevó a montar un espectáculo por las plazas de toros d enuestro país; "ahí se fraguó la amistad entre el estudiante y el Algarrobo".

"Este verano tampoco llamaré a Álvaro de Luna" porque, junto a Pepe Sancho "deben estar montando a caballlo por las nubes haciendo bromas y mirando con desconfianza las diligencias del cielo, no sea que entre ellas, se haya escondido algún diablo francés"