De media vivimos en torno a 80 años, aunque hay casos en los que se han superado los 120 años. España es uno de los países con mayor esperanza de vida con una media de 83 años.

La ciencia lleva años trabajando para conseguir superar los 100 años con buena calidad de vida. La clave parece estar en reducir los efectos del envejecimiento celular y aquí es donde entran en juego los senolíticos, unos medicamentos que prometen precisamente alargar la esperanza de vida.

Los senolíticos: guerra a las células viejas

Los senolíticos son "una serie de fármacos que se ha visto que limpian los tejidos de las células viejas que se acumulan con el tiempo", explica en Fin de Semana el investigador español Salvador Macip, director de los estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Oberta de Cataluña.

"Hace tiempo que sabemos que a medida que envejecemos nuestras células también envejecen, pero recientemente hemos visto que acumular esas células viejas en los tejidos es lo que acaba haciendo que no funcionen", afirma el también autor del libroEl secreto de la vida eterna (ed. Grijalbo).

Su funcionamiento podría compararse con la quimioterapia, utilizada en el tratamiento del cáncer, si bien "en lugar de atacar a las células cancerosas, atacan a las viejas".

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"Un 30% de mejora en la longevidad"

"De momento es el máximo que hemos visto al que puede llegar un humano, pero hay hipótesis que dicen que hay un techo alrededor de los 130 -135 años, a menos que encontremos un tipo de fármaco que permita reducir el envejecimiento celular" y nos permita vivir más.

Los senolíticos por lo pronto se han probado en gusanos, en ratones pero también en primates superiores. Con ellos, advierte, "estamos consiguiendo en el laboratorio hasta un 30% de mejora en la longevidad".

¿A qué edad podríamos llegar con los senolíticos?

Es la pregunta del millón. "Hay expertos que dicen que si realmente fuéramos capaces de controlar los factores que juegan un papel en el envejecimiento, en principio podríamos vivir para siempre". La inmortalidad en la naturaleza, recuerda, "ya existe". "Ahora la pregunta es si pueden los humanos llegar a este punto de la inmortalidad. Esto ya es más complejo y lo veo difícil porque hay demasiados factores para controlar".

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No obstante, concluye Salvador Macip "la teoría nos dice que si realmente entendemos todos los factores de envejecimiento, es como cualquier enfermedad, la puedes curar hasta cierto punto".