
"Mire presidente, aquí nadie quiere dar lecciones. Lo único que quieren las mujeres del partido es que no las vejen, acosen y humillen. Que las braguetas se cierren en los baños"
Cristina López Schlichting reflexiona sobre los distintos casos de acoso sexual que salpican al seno del PSOE
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¡¡¡Muy buenos días España!!! Es día 7 de diciembre, segundo domingo de Adviento, segunda velita que podemos encender si estamos disfrutando la corona. Día sándwich este domingo entre el día de la Constitución y la Inmaculada Concepción, patrona de España.
Temperaturas con pocos cambios pero con nubes, sobre todo en el Atlántico y en el tercio oriental. Las máximas irán en aumento en la Comunidad Valenciana, el este de Castilla la Mancha, Pirineos, Ampurdán y Litoral cantábrico.
Por primera vez desde que Sánchez se impuso como líder en el partido hay una revuelta interna. Han tenido que ser las mujeres. Están hartas del modelo de macho que se ha revelado con Ábalos, Koldo y ahora Paco Salazar y que ya venía de Tito Berni y antes de los prostíbulos de la Faffe, la Fundación Andaluza de Formación y Empleo, donde Fernando Villén pagó 32.556 euros en lupanares, con sus tarjetas oficiales.

José Luis Ábalos
Hay que ver qué afición tiene esta gente a la explotación sexual. Gente que manda muchísimo, a la que está prohibido tocar porque son del círculo de máxima confianza del amado líder y que resultan humilladores de mujeres y acosadores repugnantes. El absoluto vacío que la dirección hizo desde el verano a las dos denuncias interpuestas contra Paco Salazar, consejero íntimo del presidente, han puesto al feminismo socialista en pie de guerra. Hubo dos denuncias más, que se interpusieron por el canal interno del partido, pero que según Ferraz “desaparecieron” por un supuesto fallo informático.
"Nada resulta más desolador cuando abusan de ti. Que los de arriba hagan oídos sordos, como si estuvieses loca"
La cuestión es que durante cinco meses todo se tapó e ignoró y por eso, el miércoles por la noche, hubo una tensa reunión entra la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé y las responsables territoriales del ramo. Dicen que hay más casos como el de Salazar, hombres del núcleo de poder y del grupo parlamentario que sometían a las diputadas a comentarios machistas y a los que nadie se atrevía a replicar. Conviene recordar que la reacción a las denuncias del entorno más próximo al presidente fue poner en duda lo que las mujeres denunciaban. Nada resulta más desolador cuando abusan de ti. Que los de arriba hagan oídos sordos, como si estuvieses loca.
Ahora un sector del PSOE reclama que la Ejecutiva lleve la denuncia a la fiscalía, pero nada. Por el momento Ferraz sigue en lo de la investigación interna. Se limita a pedir perdón y a reconocer que el protocolo ha fallado. Me pregunto qué investigación interna se necesita cuando las compañeras han contado que Paco Salazar salía del baño con la bragueta abierta y se la cerraba en la cara misma a las colegas. Cuando les encomiaba los escotes y las animaba a recoger cosas del suelo para verles el trasero. Cuando todas estaban atemorizadas. Menudo asquito.
Con este ambiente, ayer todas las miradas se fijaron en Sánchez cuando llegó a las celebraciones por el aniversario de la Constitución. El presidente hizo gala de un cinismo infinito y pasó delante de los periodistas como si no pasase nada. En primer lugar atacó a la oposición. Dijo que el PP es heredero del franquismo y Vox nostálgico del régimen de Franco y después se puso a elogiar sus propios logros.

Pedro Sánchez
Qué lejos vive este hombre del pueblo. Qué lejos su vida en Moncloa y sus vacaciones en La Mareta de los sueldos de 1200 euros, del paro juvenil que padecen las familias, de la cesta de la compra que impide a los más pobres comprar carne o pescado y obliga a consumir alimentos procesados -su consumo se ha triplicado- qué distante de quienes intentan inútilmente alcanzar una vivienda y pagan una habitación con derecho a baño y cocina por 500, 600 euros, como en la posguerra... pero mucho más caro.
Cuando llegaron los corrillos y ya no pudo esquivar las preguntas directas, explicó que no tiene relación con Paco Salazar. Lo mismo de siempre, los eleva a la más estrecha colaboración, les da todos los privilegios y los blinda con su halo de poder y después, cuando saltan las porquerías, no los conoce y finge sorpresa. El problema es que ya son demasiados. Que todos los que iban con él en el Peugeot están imputados. Todos. Y que ha vuelto a elegir un guarro. ¿Qué pasa? ¿Qué tipo de hombre prefiere este señor? ¿A qué está acostumbrado?
Ante los periodistas dijo ayer que se han enterado por la prensa de las denuncias de acoso, que no ha habido ”falta de sensibilidad ni compromiso”, tampoco intento de ocultar nada. Que el PSOE es un partido feminista al que nadie puede dar lecciones.
Mira presidente, aquí nadie quiere dar lecciones. Lo único que quieren las mujeres del partido es que no las vejen, acosen y humillen. Que las braguetas se cierren en los baños y que se crea a las mujeres que señalan a los degenerados que elige el presidente. Por muy poderosos que sean".



