"Es un consuelo, en mitad del ruido político, que estemos preparando bien la sucesión de la jefatura de Estado"

La directora de Fin de Semana, Cristina López Schlichting, repasa la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias este viernes en el Teatro Campoamor

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 Muy buenos días España! Muy bienvenido a tu programa. Esto es Fin de Semana de la Cadena Cope y somos los que te vamos a acompañar sábado y domingo de diez a dos. Cristina López Schlichting  te saluda en nombre de todo el equipo. 

Hoy el amanecer ha sido una inmensa bola roja sobre el mar Atlántico porque estamos en las islas afortunadas, en Gran Canaria, con un motivo a la vez artístico y económico. Desde hace 30 años el Cabildo de Gran Canaria apoya el talento de su sector textil con una pasarela, Moda Cálida, que actualmente es un escaparate de prestigio internacional. La semana que se celebra en estos momentos está centrada en la moda de baño, es la Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida. Con el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias. 

Hoy es sábado 25 de octubre y hay que recordar que cambia la hora. A las tres de esta madrugada serán las dos. Ya te lo recordaremos. Entretanto es bueno conocer por qué decimos aquello de son las diez, una hora menos en canarias. 

Me he enterado de la historia y quería contártela. En 1969, durante los primeros años del emblemático programa Protagonistas, que entonces se hacía en Radio Nacional, el corresponsal de Canarias, José Antonio Pardellas se quejaba de que los oyentes canarios se confundían con la radio. Como el archipiélago tenía el uso horario de Greenwich, igual que Portugal o Londres, y la península el uso centro europeo, para evitar malentendidos empezó a añadir la expresión “una hora menos en canarias” cada ve que daba la hora. Con el tiempo, se hizo costumbre tan arraigada que trascendió Canarias y se convirtió en un auténtico símbolo de la comunicación en España. Y ahí estamos, son las diez, la nueve en las preciosa canarias.

Y la borrasca Benjamín ha empezado a recorrer España. Cielos nubosos y cubiertos en la mayor parte de la península, con la excepción del tercio sur peninsular. A las once nos dará Jorge Olcina los detalles y el pronóstico de la semana entrante.

Y qué verdad es que las generaciones tienen su razón de ser. Los jóvenes llegan, con su mirad limpia y nueva, y le ponen nombre a aquello que los mayores no quereos reconocer. Ayer en la bellísima ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, doña Leonor habló de dejar las trincheras y empezar a trabajar por la convivencia.

Nunca en la historia de la democracia la polarización había sido tan grave como ahora. Nunca habíamos dejado de atender a la realidad para defender sin más nuestra postura sin movernos de la trinchera. No hay problema más grave en estos momentos porque nos impide aunar fuerzas e identificar conjuntamente los obstáculos.

Iba la princesa con un vestido burdeos de H&M, muy sencillo, y al Rey, como a todo padre, se le caía la baba comprobando su talento, su saber estar, su dicción impecable que es mezcla de la oratoria de su madre y el tono más oscuro de don Felipe. Y mirándola, el padre nos anunció que le pasa los trastos y que el año próximo la princesa de Asturias dirigirá la entrega de los premios en el Teatro Campoamor.

La princesa conoce lo que les pasa a las nuevas generaciones, reclamó atender a los jóvenes que pelean para tener un hogar, habló del scrolling, la manía de rolar por internet sin parar, de Generación Z, de los asuntos que importan en la calle.

Verdaderamente es un consuelo, en mitad del ruido político, que estemos preparando bien la sucesión de la jefatura de estado y que el trabajo impecable de la Corona nos asegure a todos la estabilidad, al margen de las tonterías que hagan los partidos.

Los premiados hicieron discursos breves pero interesantísimos. El escritor Eduardo Mendoza fue el único español galardonado y realizó un recorrido por la identidad de Barcelona y su propia carrera con acotaciones bien inteligentes. Dijo, por ejemplo, que lo último que se pierde no es la esperanza. Es la vanidad.

A su lado estaban el alemán coreano Byung Chul Han, el italiano Mario Draghi, tres mexicanos y tres estadounidenses, entre ellos Serena Williams. El pensador Byung Chul Han recordó alguna de sus principales tesis, concretamente que el liberalismo moderno ya no explota a las personas, ya no tienen necesidad... porque nos explotamos solos. El teléfono nos dirige y nos extenuamos rolando de una lado a otro para conseguir lo que nos ofrece. El resultado es gente extenuada, enfadada y solitaria.

Hoy la agenda continúa: a partir de las 11.15 tendrá lugar el reconocimiento del pueblo ejemplar de Asturias, que este año recae en Valdesoto. Será la princesa quien presida el acto y pronuncie el discurso.

Y mientras en el Teatro Campoamor de Oviedo se alzaba la mirada, la política se enfangaba más que nunca en la diferencia. Ahora el run run es si va a caer el gobierno.

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