Cuando una flota pirata secuestró a un joven Julio César: "Dijo que volvería para apresarlos. Y lo cumplió"

Paco Álvarez es el romano de Fin de Semana Cope y este último domingo de junio ha venido a hablarnos de los piratas que poblaban el Mediterráneo en los años de los antiguos romanos. Paco es autor, entre otros, de 'Roma Underground… el lado oculto del Imperio'. 

Cree el colaborador de Fin de Semana que el origen de la piratería en la Antigua Roma se remonta al fin de las Guerras Púnicas: "Roma pensó que mantener una armada no era necesario (...) por eso empezaron a surgir piratas, ladrones, en todos los rincones del Mediterráneo. El creciente comercio no tenía protección, los barcos mercantes que transportaban el cereal para abastecer a Roma cada vez estaban más amenazados, Los ataques piratas provocaron, inflación, carestía de alimentos y al final Roma tuvo que ponerse manos a la obra". 

Recordaba Paco el episodio en el que Julio César fue secuestrado por un grupo de piratas. El futuro emperador de Roma era entonces muy joven "pero muy chulo (...) En esa época cuando los piratas capturaban un barco, hacían esclavos a los cautivos que no fueran lo suficientemente ricos para pagar su rescate. Dicen que Julio les dijo que pidieran el doble de lo que habían pensado pedir y también les dijo que volvería para apresarlos. Se dice que lo cumplió, volvió, los apresó y los crucificó a todos". 

Los piratas eran a la Antigua Roma lo que hoy es el terrorismo al mundo: "O aún peor". Sin embargo, todo cambió cuando una avariciosa flota pirata decidió atacar los almacenes de grano en Ostia, el puerto de Roma: "El enfado de los romanos fue tal que le dieron plenos poderes a Pompeyo, ese Pompeyo, para armar una flota y ejércitos con plenos poderes y acabar de una vez por todas con los piratas del Mediterráneo". Y lo logró: "Lo curioso es que después de la guerra civil entre César y Pompeyo, el hijo que le sobrevivió se hizo pirata, desde Sicilia para atacar a Augusto. Finalmente fue vencido y eliminado".