El carisma de la Sociedad de Misiones Africana, más conocidos como los Padres Blancos, es el primer anuncio del Evangelio, en zonas de África en las que la presencia católica no existe o es minoritaria.

Francisco Bautista lleva treinta años de misionero en Níger y Benín y explica que en los últimos años la tensión y la violencia ha crecido muchísimo. De hecho un compañero suyo, lleva cinco meses secuestrado, conviven a diario con las amenzas y desde hace tiempo no pueden visitar comunidades a última hora de la tarde, porque no es seguro vovler a casa tarde.

En 'El Espejo' ha explicado que en Níger exite una mayoría musulmana, que en la zona del norte además convive con grupos terroristas como Boko Haram. "Estos grupos extorsionan las pequeñas comunidades, les obligan a darles sus ahorros, bajo amenaza de muerte. Convivir con esta violencia condiciona nuestro trabajo. En los últimos años hemos notado un aumento de la tensión y la violencia".

En este contexto la tarea de Francisco Bautista tiene tres prioridades. Por una parte, la formación bíblica de catequistas, por otra distribuir alimentos en los episodios de hambrunas, que son cíclicos, y por último atender a los enfermos.

Al hablar de los enfermos, este misionero recuerda la época en la que junto a otro sacerdote se ocupaban de la pastoral en un hospital: "Nos veían como hombres de Dios. Nos sentíamos muy apreciados y muy queridos".

El religioso Francisco Bautista, que se encuentra unos días en España, ha explicado que en contextos como éstos, en los que la presencia cristiana es tan minoritaria es muy importante "simplemente estar y acompañar a las pequeñas comunidades".