La bendición de tener dos hijos sacerdotes: "No llegas a comprender por qué el Señor se ha fiado de ti"

La emoción de una madre al hablar de la vocación de sus hijos ha marcado el testimonio de Pilar Turbidí en el programa 'El Espejo de Madrid', presentado por Mario Alcudia. La madre de Álvaro y Eugenio Pérez Turbidí, ambos sacerdotes, ha compartido su vivencia de "inmensa gratitud" ante una "bendición" que, a veces, le cuesta comprender. Su historia cobra especial relevancia en la víspera del Jubileo de los padres y madres de sacerdotes jóvenes, que se celebrará este sábado en la catedral de la Almudena con una eucaristía presidida por el cardenal José Cobo.

Acompañar desde la fe

Pilar Turbidí se ha emocionado al recordar cómo han vivido el llamamiento de sus dos hijos. "Siempre hemos vivido en la iglesia y de la iglesia", ha explicado, atribuyendo a ese ambiente familiar el germen de la vocación. Para ella, la clave ha sido facilitar el camino y estar pendientes, un pilar fundamental para el discernimiento. El propio Álvaro, ordenado el pasado 24 de mayo, recordaba en el programa la inmensa alegría y el "abrazo enorme" con el que sus padres recibieron la noticia de que quería iniciar su camino hacia el sacerdocio.

Un discernimiento vivido en familia

El camino de su hijo Álvaro no fue inmediato. Durante tres años, el joven vivió un proceso de discernimiento con "incertidumbre", según relata su madre. La certeza definitiva le llegó en 2017 durante una misión en Perú. Durante todo ese tiempo, la respuesta de la familia fue clara: "Acompañarle y rezar, y rezar mucho por él", ha afirmado Pilar. "Así lo vivimos, con la alegría de pensar que podría ser, y hoy en día con la inmensa alegría de que ya es sacerdote".

Más unidos a través de la fe

Frente a la idea de que la vida sacerdotal supone una separación física, Pilar Turbidí defiende que la experiencia es justo la contraria. Para ella, la fe crea un vínculo mucho más fuerte: "La unión a través de la fe, de la oración, es mucho mayor que una unión solamente material". Esta conexión especial se extiende a toda la familia, incluidos su hija mayor y sus cinco nietos, y también a su comunidad en el movimiento de Cursillos de Cristiandad, que celebra tener dos presbíteros surgidos de su seno.

Finalmente, Pilar ha ofrecido un consejo para los padres que se encuentran en una situación similar: "Que apoyen, que recen, si son personas de fe, que acepten". Ha insistido en que, incluso para los no creyentes, aceptar el camino de sus hijos es fundamental, asegurando que es "una maravilla" y que ellos "saldrán también beneficiados". Un testimonio de generosidad y fe que, a sus ojos, demuestra que un hijo sacerdote es "una ganancia" y "un don increíble del Señor".