El pueblo de Murcia con más encanto y menos de 100 habitantes: hay que pedir cita para ir a su parque natural

En la Región de Murcia, una comunidad que destaca por su rica diversidad histórica y natural, existe un rincón pequeño pero lleno de personalidad que cautiva a quienes buscan un refugio alejado del ruido urbano. Se trata de La Murta, el pueblo más pequeño de Murcia con menos de 100 habitantes, ubicado en la Sierra de Carrascoy, a tan solo 20 kilómetros de la capital. Aunque su población apenas supera las noventa personas, su entorno natural y cultural lo convierten en un destino imprescindible para el turismo rural y la conexión con la naturaleza.

Un paraíso natural

La Murta es una pequeña pedanía con solo 97 habitantes censados, según los datos oficiales de 2022, pero su encanto va mucho más allá de su reducido tamaño. Situada en un área de poco más de 30 km², limita con localidades como Sangonera la Seca, Sangonera la Verde, Corvera y Fuente Álamo. Su paisaje se caracteriza por extensos campos agrícolas, donde los almendros son los protagonistas durante la primavera, pintando el valle con sus delicados tonos pastel. La actividad agrícola sigue siendo la base económica de sus habitantes, quienes mantienen vivas tradiciones centenarias vinculadas a la tierra.

El atractivo natural de La Murta se completa con amplios pinares y robledales, ideales para actividades al aire libre que han ido ganando popularidad entre visitantes que buscan experiencias diferentes, tranquilas y en contacto directo con el medio ambiente. Por ello, la pedanía ha visto crecer el interés por el senderismo, el barranquismo y el astroturismo. En concreto, la baja contaminación lumínica de la zona la convierte en un lugar perfecto para la observación astronómica, un lujo cada vez más difícil de encontrar cerca de grandes ciudades.

Para quienes deseen explorar esta joya natural, es importante destacar que el acceso a algunas áreas protegidas requiere cita previa. Esto se debe a la gestión sostenible del parque natural de la Sierra de Carrascoy, que busca preservar su frágil ecosistema y garantizar una experiencia respetuosa para todos.

Patrimonio, cultura y ciencia

A pesar de su modesta población, La Murta cuenta con elementos que refuerzan su identidad cultural y social. Su ermita dedicada a la Santa Cruz es un símbolo para la comunidad local, que cada año celebra las fiestas patronales con actividades religiosas y recreativas durante los meses de abril y mayo. Estos eventos son un punto de encuentro que refuerza el tejido social en un entorno rural.

Pero el verdadero orgullo de La Murta es su observatorio astronómico municipal, situado muy cerca del núcleo de población. Equipado con una cúpula de cinco metros de diámetro y tecnología avanzada, este observatorio ha logrado colaborar con organismos internacionales, entre ellos la NASA, lo que subraya su importancia en el campo de la astronomía amateur. Este equipamiento no solo permite a los vecinos y visitantes disfrutar de la contemplación del cosmos, sino que también impulsa proyectos divulgativos y científicos que atraen a aficionados y expertos.

El declive demográfico que sufrió La Murta responde a causas históricas y geográficas, que provocaron la migración de sus habitantes a otras áreas más accesibles o con mayores oportunidades económicas. Sin embargo, la calidad de vida en el pueblo se mantiene gracias a servicios básicos como un centro para mayores, un bar-restaurante local y un horno de leña que elabora pan tradicional de carrasca, ingredientes que hacen que la comunidad siga viva y con identidad propia.