El pueblo de Teruel "condenado a ser bonito" para National Geographic: no es Albarracín
Se trata de una localidad medieval situada sobre un acantilado que destaca para la cotizada revista por su valioso patrimonio histórico y no verse afectado por el turismo de masas

Cantavieja. Alto Maestrazgo, Teruel
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Cantavieja, un pequeño pueblo medieval enclavado en un acantilado a 1.300 metros de altura, ha captado la atención de la prestigiosa revista National Geographic. Lejos de la aglomeración de turistas, esta localidad destaca por su impresionante patrimonio histórico y su atmósfera auténtica, alejada del turismo de masas. En un reportaje que resalta los rincones más hermosos y desconocidos del mundo, la revista ha puesto el foco en Cantavieja, un lugar cuyo trazado medieval y su rica historia lo convierten en un destino imprescindible.
A tan solo 90 kilómetros de Teruel, Cantavieja se alza sobre un vertiginoso acantilado, ofreciendo unas vistas panorámicas inigualables. Este pueblo-fortaleza, que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico, es conocido por su arquitectura medieval bien conservada, que incluye elementos de gran valor como su imponente torre de iglesia y sus murallas. En sus calles empedradas, los viajeros pueden sentir la presencia de épocas pasadas, donde Templarios, San Juanistas y Carlistas dejaron su huella. Cantavieja es un lugar en el que la historia se respira en cada rincón.
Un paisaje impresionante
Uno de los mayores atractivos de este lugar es la Plaza de Cristo Rey, una hermosa plaza porticada en el corazón del pueblo. Este espacio no solo es el punto de encuentro para los vecinos durante el mercado semanal, sino también un testimonio arquitectónico de la riqueza histórica de la localidad. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que destaca por su imponente torre barroca, es uno de los monumentos más relevantes de Cantavieja. Su construcción, que data de la Edad Media y fue renovada en el siglo XVIII, es una de las más grandes de Aragón, y su interior es digno de admiración por su espectacular diseño.

Cantavieja, Teruel
Lo que convierte a Cantavieja en un destino tan especial, más allá de su belleza y riqueza patrimonial, es su capacidad para mantenerse al margen del turismo de masas. A pesar de ser un lugar de gran interés cultural e histórico, ha logrado conservar su carácter auténtico. Este pequeño pueblo no ha sucumbido a la sobreexplotación turística que afecta a muchas localidades españolas, lo que lo convierte en un refugio para quienes buscan escapar de las multitudes y adentrarse en un entorno más tranquilo y genuino.
Fuera del turismo de masas
El municipio ha sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo con el sello Best Tourism Villages, lo que lo coloca en un selecto grupo de pueblos ejemplares en cuanto a sostenibilidad y preservación de su patrimonio. Además, Cantavieja ha sido incluido en la lista de destinos protegidos por la UNESCO, lo que subraya la importancia de su patrimonio y la necesidad de preservarlo para las futuras generaciones.
Cantavieja ofrece también una propuesta cultural única. El Museo de las Guerras Carlistas, ubicado en una casa del siglo XVII, permite al visitante adentrarse en la historia de estos conflictos bélicos y entender el papel crucial que jugó el pueblo durante ese periodo. La visita al museo ofrece una visión profunda de la historia local y de los personajes que marcaron el destino de Cantavieja en tiempos de guerra.

Paseo por el muro de piedra y paisaje verde en Cantavieja, Teruel
En definitiva, Cantavieja es un verdadero tesoro escondido en la provincia de Teruel. Su belleza natural, su patrimonio histórico y su autenticidad la convierten en un destino ideal para aquellos que buscan un rincón de España donde el tiempo parece haberse detenido. Tal como lo describe National Geographic, Cantavieja es un pueblo "condenado a ser bonito", y no hay duda de que, con su patrimonio intacto y su encanto medieval, es uno de los lugares más sorprendentes de Aragón.