Julen Linazasoro, experto en educación digital, advierte sobre las redes: "A los chicos les enseñan violencia y a las chicas a sentirse mal"

El 98,2 % de los jóvenes vascos de entre 15 y 29 años utiliza las redes sociales a diario, y consumen de media al menos tres plataformas diferentes cada día. Así lo revela el informe 'Juventud, redes sociales e información Euskadi 2024' realizado por el Gobierno vasco, que alerta de la alta exposición de la juventud a contenidos controvertidos. 

En una entrevista en COPE Euskadi, el experto en educación digital, Julen Linazasoro, ha analizado los datos y ha advertido de los peligros que encierra el modelo de negocio de estas plataformas.

Un modelo de negocio perverso

Linazasoro explica que el modelo de negocio de las redes sociales se basa en la atención. "Tenemos que estar generando datos de uso para luego ir consumiendo publicidad, que es la forma en la que gana dinero". El objetivo principal es, por tanto, que los usuarios pasen el mayor tiempo posible "enganchados" a ellas.

Para lograr esa máxima retención, los algoritmos "enseñan generalmente a los chicos jóvenes cosas que tienen que ver con la violencia, que llaman mucho la atención, negativas". Por el contrario, a ellas les muestran contenidos diseñados para hacerlas "sentir mal". "Son dos de los contenidos que hacen que pasemos más tiempo en las redes sociales", concluye Linazasoro.

 Riesgo de desinformación y discursos de odio  

Las plataformas más utilizadas por los jóvenes vascos son Instagram, YouTube y TikTok, aunque el informe también menciona otras como Spotify, X (antes Twitter), Discord o Snapchat. Según el experto, las grandes redes buscan ofrecer todo tipo de funciones para que el usuario no necesite salir de ellas, hasta el punto de que Instagram se utiliza ya para ligar, sustituyendo a aplicaciones especializadas como Tinder.

El informe detalla cómo los jóvenes están expuestos a comentarios antimigración, críticas al funcionamiento de la democracia, discursos negacionistas del cambio climático o mensajes en contra de la igualdad de género. Linazasoro subraya que no es que los jóvenes busquen activamente este contenido, sino que "los propios algoritmos van difundiendo más ese tipo de contenidos, porque son los que más atención generan".

Pese a esta exposición, el estudio indica que no hay una mayor adhesión a estos discursos, ya que los jóvenes suelen dar respuestas socialmente aceptadas en las encuestas. Sin embargo, el experto se muestra escéptico. "Por el miedo a la cancelación, muchas personas no dicen lo que piensan", opina, recordando que en otros estudios sobre ciberacoso se han detectado grandes discrepancias entre lo que los testigos dicen que hacen y lo que las víctimas reportan.

las redes, fuente de información de los jóvenes

Uno de los mayores problemas es que las redes se han convertido en la fuente de información para cerca del 80 % de los jóvenes. Linazasoro distingue entre seguir a medios de comunicación profesionales, que contrastan sus noticias, y a "personas que quieren ser influencers y empiezan a compartir noticias sin tener la profesionalidad". Para él, la clave es la prudencia. "Si no sabemos si algo es cierto o no, pues no debemos compartirlo, porque no tenemos idea de quién".

Si no sabemos si algo es cierto o no, no debemos compartirlo"

Julen Linazasoro

El peligro, advierte, es "aún mayor" en plataformas como Telegram o WhatsApp, donde es imposible trazar la fuente original de la información. En estos canales, los desinformadores suelen usar "capturas de pantalla de titulares de periódicos" totalmente descontextualizados o audios manipulados que, con la inteligencia artificial, son cada vez más difíciles de detectar. La mayoría de adolescentes, afirma, "ni se plantea que hay que contrastar las cosas que les llegan".

Vulnerabilidad y llamada a la acción

El estudio del Gobierno vasco también refleja diferencias de género. Loos hombres están más expuestos a plataformas de contenido sexual (un 36,5 % frente a un 7 % de las mujeres), cuyo acceso es "completamente libre y gratuito". Mientras, las mujeres reciben más mensajes que fomentan la anorexia y la delgadez extrema, en línea con los contenidos diseñados para que "comparen sus cuerpos, sus caras, sus vidas, para que se sientan mal".

A pesar de todo, los propios jóvenes empiezan a ser conscientes de los riesgos. Una amplia mayoría (en torno al 80 %) reconoce que las redes sociales afectan negativamente a la salud mental y al rendimiento en los estudios, y que han provocado que las relaciones sociales sean más superficiales.

Ante esta "fotografía de lo que tenemos delante", Linazasoro concluye que es imprescindible regular. "Tiene que haber políticas públicas que de alguna manera les protejan", afirma, poniendo como ejemplo a países como Francia o Australia, que ya discuten límites de edad. 

Para el experto, el informe es valioso, pero lamenta que se haya perdido la oportunidad de preguntar por el tiempo de uso diario, un dato clave para entender la magnitud del "uso excesivo para el que están diseñadas".