Así es la única catedral submarina del vino en Euskadi: un laboratorio bajo el mar que enamora a expertos
El proyecto pionero de Crusoe Treasure, en la bahía de Plentzia, combina envejecimiento de vinos, investigación científica y experiencias de buceo únicas en el mundo

Borja Saracho explica con detalle cómo es Crusoe Treasure
Euskadi - Publicado el
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Bajo las aguas tranquilas de la bahía de Plentzia, en Bizkaia, a pocos metros de la costa, late un lugar único en Euskadi: una catedral submarina del vino. Allí, a varios metros de profundidad, reposan cientos de botellas que envejecen con la influencia del mar, protegidas por estructuras que también se han convertido en arrecifes artificiales. No es sólo una bodega, es un laboratorio marino que combina pasión por el vino, investigación científica y respeto por el ecosistema.
Borja Saracho Echevarría, es impulsor y responsable de este proyecto, Crusoe Treasure, que junto a su equipo ha hecho realidad un sueño que compartía con sus compañeros. En nuestros micrófonos de COPE Euskadi ha explicado que todo comenzó como un experimento para comprobar cómo influía el entorno marino en el envejecimiento del vino. El resultado ha superado todas las expectativas: aromas y matices distintos, más redondez en boca y un sello imposible de conseguir en tierra firme. No te pierdas la interesante entrevista, llena de detalles, clickando junto a la imagen superior.

Arrecife artificial con vida y botellas conviviendo
Un arrecife de botellas y vida marina
Las estructuras donde se guardan las botellas están diseñadas para favorecer la biodiversidad. Con el tiempo, se han convertido en hogar de peces, crustáceos y algas, creando un pequeño ecosistema protegido. “Queríamos que la bodega aportara algo más al mar que la rodea”, señala Saracho.
Además, todo el proceso está monitorizado por científicos que analizan cómo la presión, la temperatura y el movimiento del agua afectan a la evolución del vino. Este seguimiento convierte a la bodega en un auténtico centro de investigación enológico y medioambiental.

Bodega submarina
Experiencia para buceadores y amantes del vino
Crusoe Treasure ofrece visitas que combinan una inmersión guiada para ver la bodega desde el agua con catas en tierra firme. No hace falta ser buceador profesional: hay opciones para quienes prefieren descubrirlo desde la superficie, con un paseo en barco y degustación incluida.
“Queremos que la gente viva algo distinto, que sienta que el vino que está probando ha pasado parte de su vida en un entorno vivo y cambiante como el mar”, afirma Saracho.

Imagen de Crusoe Treasure
Un proyecto con sello vasco y proyección internacional
Lo que nació en Plentzia ha llamado la atención de expertos y sumilleres de todo el mundo. Sus vinos se exportan a países como Estados Unidos o Japón, y han recibido premios por su innovación. “Es un orgullo que la única catedral submarina del vino en Euskadi sea también una embajadora de nuestra tierra y de nuestro mar”, concluye Saracho.