Thiago Motta, el perfil que más gusta a la Real para el nuevo proyecto

La Real Sociedad ha activado un cambio de rumbo en su banquillo. El cese de Sergio Francisco, apenas seis meses después de su nombramiento, responde a una situación deportiva comprometida —16 puntos en 16 jornadas— y abre una etapa de transición que el club quiere gestionar sin improvisaciones.

 Ansotegi, solución inmediata 

De forma provisional, Jon Ansotegi, actual entrenador del Sanse, asume el mando del primer equipo. El técnico dirigirá los dos compromisos que restan antes del parón navideño —Copa del Rey ante el Eldense y Liga en el campo del Levante— mientras la entidad define el siguiente paso del proyecto.

La interinidad no es casual. La Real busca ganar tiempo para tomar una decisión estratégica, no reactiva, sobre el próximo entrenador.

 Exploración de perfiles con experiencia en LaLiga

En las últimas semanas, la dirección deportiva ha explorado el mercado nacional, analizando entrenadores con conocimiento contrastado del campeonato y experiencia en contextos de presión. Entre los perfiles estudiados figuran Quique Sánchez Flores, García Pimienta y Vicente Moreno, técnicos valorados por su recorrido, capacidad de gestión y lectura competitiva de LaLiga.

Todos ellos encajaban como soluciones de corto plazo. Sin embargo, el club considera que el siguiente paso debe ir más allá del contexto inmediato. 

Thiago Motta, el nombre que más convence

Desde hace meses, y no como consecuencia directa de la destitución de Sergio Francisco, en los despachos de Anoeta hay un consenso creciente: Thiago Motta es el perfil que más gusta para liderar el próximo ciclo. Según ha podido saber Deportes COPE Gipuzkoa, la Real negocia con el entorno del técnico italo-brasileño, aunque la operación no está cerrada ni se presenta como inminente.

La entidad trabaja con una planificación de medio plazo, con el horizonte de 2026, y quiere encajar tiempos, proyecto deportivo y condiciones contractuales antes de dar cualquier paso definitivo. 

Qué valora la Real en Thiago Motta

El interés por Motta se apoya en argumentos sólidos. En el Bolonia, el técnico firmó uno de los proyectos más reconocibles de la Serie A, clasificando al equipo para competiciones europeas con un modelo basado en:

• Estructura táctica clara, con presión organizada y equipos compactos. 
• Uso racional del balón, sin posesión estéril.
• Potenciación de talento joven, con futbolistas revalorizados en un contexto competitivo.
• Autoridad en el vestuario, con exigencia diaria y mensajes directos.

Antes, en el Spezia, logró la permanencia con uno de los presupuestos más bajos del campeonato, y su breve paso por la Juventus reforzó su perfil como técnico preparado para entornos de máxima exigencia.

 Encaje con Zubieta

En la Real se subraya especialmente su afinidad con proyectos de club, su capacidad para trabajar con futbolistas jóvenes y su idea de fútbol estructurada, aspectos alineados con la filosofía de Zubieta. Motta no es visto como un parche, sino como un entrenador capaz de ordenar, competir y construir. 

Matarazzo, una carta que la Real se guarda

Junto a Motta, la Real también mantiene abierta la opción de Pellegrino Matarazzo. El técnico italo-estadounidense, con experiencia en la Bundesliga, es valorado por su metodología, su trabajo estructural y su capacidad para desarrollar equipos competitivos desde el orden. 

Matarazzo aparece como alternativa real, no secundaria, dentro de un abanico reducido de entrenadores que encajan en el perfil que ahora busca el club.

Parón para decidir

El parón navideño marcará los tiempos, pero no alterará la hoja de ruta. La Real gestiona el presente con Ansotegi y trabaja el futuro con cautela. Thiago Motta es hoy el perfil que más convence, pero el club quiere cerrar cada paso con rigor y sin precipitación.