El Betis ha cedido a dos jugadores al Almería, Francis y Kaptoum. Unas cesiones frecuentes en el fútbol. Del mismo modo comienza a ser habitual las clausulas obligatorias de compra en caso de lograr un objetivo. En caso de que el conjunto que entrena Jose María Gutierrez, el Almería, logre el ascenso deberá comprar de manera obligatoria a ambos futbolistas por 5,5 millones de euros.

Las condiciones de las cesiones de Francis y Kaptoum con compra obligatoria son cada vez más asiduas. Por lo que el interés del Betis en que el Almería suba a Primera es claro.

Al ser dos equipos de diferentes categorías es complicado que la clausula pueda adulterar de alguna manera la competición. Sin embargo, cuando se realiza dentro de la misma división se pueden dar circunstancias curiosas como la que une a Osasuna, Getafe y Enric Gallego. El delantero ha recalado cedido en el equipo rojillo. Los azulones en caso de que los navarros logren la permanencia ingresarían 2 millones de euros por la compra del jugador. En caso de que Enric marque 10 goles en alguna de las dos próximas temporadas y si el equipo sigue en Primera división podría llegar a ingresar el equipo que preside Ángel Torres otros 2,5 millones adicionales. Es decir, el Getafe se juega poder llegar a cobrar 4,5 millones de euros en caso de que Osasuna mantenga la categoría este año.

¿Las variables pueden adulterar la competición? Analizando la pregunta de si pueden llegar a ese extremo vemos que esta temporada el Getafe se mide en la última jornada al Levante. ¿Qué podría suceder en caso de que los azulones no se jugasen nada y Osasuna se jugase una plaza de descenso con el Levante? Seguramente las especulaciones se dispararían ya que 2 millones de euros de manera directa y la posibilidad de cobrar otros 2,5 millones son cifras más que considerables.

Otra opción que se podría llegar a dar es que pese a que Enric Gallego hiciese una gran segunda vuelta y marcase 20 goles, Osasuna podría estar jugándose el descenso, y que al equipo azulón le interese que los rojillos bajen y así quedarse con el delantero.

Las variables son cada vez más frecuentes por objetivos, partidos jugados, goles o incluso se llega a incluir la opción de otro pago en caso de que el futbolista gane el Balón de Oro. No se hacen con mala intención, pero puede aparecer la duda de que llegado el momento podrían llegar a adulterar la competición como una especia de “prima por ganar”.