La carambola del aeropuerto de Logroño-Agoncillo: Para no caer en el olvido
El Gobierno de La Rioja no se rinde y, tras el varapalo de la licitación desierta para vuelos internacionales, redobla su apuesta con una conexión a Barcelona y un plan a largo plazo para impulsar la infraestructura

La Rioja invertirá 1,1 millones para vuelos regulares entre Agoncillo y Barcelona desde 2026
Logroño - Publicado el
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El Gobierno de La Rioja se ha encontrado con un muro en su intento de proyectar internacionalmente el aeropuerto de Logroño-Agoncillo.
El ambicioso plan de conectar la región con Londres y otros destinos europeos ha quedado en suspenso después de que la licitación pública, dotada con 2,8 millones de euros, quedara desierta por la falta de interés de las aerolíneas.
Este contratiempo, sin embargo, no ha mermado la determinación del Ejecutivo presidido por Gonzalo Capellán, que lejos de rendirse, ha reafirmado su compromiso con la mejora de la conectividad aérea de la comunidad.
La estrategia es clara, si el salto a Europa no ha sido posible en el primer intento, se fortalecerán las bases a nivel nacional para tomar un nuevo impulso. El Gobierno riojano ya trabaja en la redacción de un nuevo pliego de condiciones, ajustado a la realidad del mercado aéreo actual, con la esperanza de que esta vez sí se presenten ofertas que permitan materializar el anhelado sueño de tener vuelos regulares a las principales capitales europeas.
Un plan a largo plazo a pesar de los obstáculos
Este revés inicial no es más que un tropiezo en una hoja de ruta mucho más amplia y ambiciosa. El proyecto de internacionalización del aeropuerto de Agoncillo se enmarca en una estrategia a largo plazo que contempla una inversión total de 13,7 millones de euros hasta el año 2032.
El objetivo final es alcanzar una red de cinco destinos europeos, consolidando al aeropuerto como una verdadera puerta de entrada y salida de La Rioja al continente. Esta visión estratégica demuestra que la apuesta por la infraestructura va más allá de un único concurso público y se sustenta en una planificación a una década vista.
La intención es transformar el aeropuerto en un motor económico, social y turístico, que no solo facilite los viajes de los riojanos, sino que también atraiga a visitantes extranjeros, impulse el tejido empresarial y refuerce la proyección internacional de una región conocida por su vino y su cultura. Para ello, el Ejecutivo es consciente de que debe remar y no ceder ante las dificultades iniciales, adaptándose a un sector aéreo complejo y en constante cambio.

Aeropuerto
Barcelona, el trampolín hacia el éxito
Como prueba de su insistencia, y apenas unas semanas después del fiasco de la licitación europea, el presidente Gonzalo Capellán anunció en el Parlamento regional una nueva y significativa inversión, 1,1 millones de euros anuales para establecer una ruta regular con Barcelona a partir de la primavera de 2026.
Este movimiento estratégico no solo mejora la conectividad nacional, sino que funciona como una pieza clave en el puzzle de la internacionalización. Barcelona es uno de los principales 'hubs' aeroportuarios del sur de Europa, lo que significa que volar a la Ciudad Condal desde Logroño abrirá un abanico de conexiones directas con destinos de todo el mundo.
El contrato, que se publicará próximamente, tendrá una duración de dos años y se espera que los billetes estén a la venta a finales de 2025. El servicio operará con aviones de 100 plazas, lo que supone un incremento de la capacidad actual, y ofrecerá entre dos y tres vuelos semanales, sumando entre 110 y 130 operaciones anuales. Capellán ha destacado que esta medida es fundamental para paliar el "déficit histórico de infraestructuras" que sufre La Rioja y para "mejorar y ampliar la capacidad de conexión" de la región.
Cifras que avalan la apuesta
La insistencia del Gobierno riojano no es un salto al vacío. Se apoya en datos que, aunque modestos, muestran una clara tendencia al alza en el uso del aeropuerto. Tras la recuperación postpandemia, el año 2024 marcó un nuevo máximo con 18.632 pasajeros, un 11,2% más que en 2023, cuando se registraron 16.762.
Aunque estas cifras todavía están por debajo de los niveles previos a la crisis sanitaria, la trayectoria es positiva. Y la tendencia se ha consolidado en 2025. Entre enero y julio, 12.900 personas han pasado por la terminal riojana, lo que representa un crecimiento del 10,4% respecto al mismo periodo del año anterior.
El dato de julio de 2025 es especialmente revelador: 1.503 viajeros, un 20,5% más que en julio de 2024. Estas cifras, aunque pequeñas en comparación con los grandes aeropuertos, demuestran que existe una demanda creciente y justifican la inversión pública destinada a potenciar la infraestructura. Cada nuevo pasajero es un argumento más para seguir invirtiendo en un aeropuerto que lucha por encontrar su sitio en el mapa aéreo nacional e internacional.

Avión en pleno vuelo.
Una estrategia integral para el despegue definitivo
La conexión con Barcelona y el renovado intento de saltar a Europa no son las únicas acciones sobre la mesa. El Gobierno de La Rioja está desplegando una batería de medidas complementarias para asegurar el despegue definitivo de Agoncillo.
Entre ellas se incluye el aumento de vuelos a destinos ya consolidados como Madrid y Mallorca durante la temporada de verano, la petición formal para rebajar las tasas aeroportuarias y hacer la operativa más atractiva para las compañías, y la solicitud para declarar la ruta con Madrid como Obligación de Servicio Público (OSP).
Esta última medida garantizaría una conexión estable y regular con la capital de España, un enlace vital para el tejido empresarial y social de la región. Todo ello conforma un plan integral que busca atar todos los cabos y no dejar ningún frente abierto.
La meta es ambiciosa pero clara, que el aeropuerto de Logroño-Agoncillo deje de ser una infraestructura infrautilizada y se convierta en un verdadero catalizador del desarrollo económico, turístico y social, reforzando la posición de La Rioja en el mapa nacional e internacional.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.