De la restricción al ingenio: la lancha que conecta Galdana y Macarella
La prohibición de acceder en coche a Macarella inspira a un grupo de jóvenes a lanzar un servicio privado de lancha para evitar la caminata desde Cala Galdana

Lanzadera Macarella
Menorca - Publicado el - Actualizado
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Desde 2018, acceder a Cala Macarella en coche durante la temporada alta está prohibido. Para preservar esta emblemática playa del sur de Menorca, el acceso entre el 1 de junio y el 30 de septiembre solo es posible en autobús desde Ciutadella. Aunque miles de usuarios utilizan la lanzadera pública, otros optan por aparcar en Cala Galdana y recorrer andando los 2,8 kilómetros de sendero. Esta saturación de la urbanización vecina ha impulsado soluciones creativas, como la de un grupo de jóvenes veraneantes, que este verano han puesto en marcha “Lanzadera Macarella”, un servicio privado de lancha rápida desde el embarcadero de Serpentona.

Pablo Ricard, patrón Lanzadera Macarella
Una idea nacida del verano menorquín
El patrón de la embarcación, Pablo Ricard, explica que la idea surgió de su propia experiencia estival: “De pequeños ya veíamos a muchísima gente andando para llegar a Macarella. Con nuestra barquita pequeña ayudábamos a algunos a cruzar. De ahí salió la idea de profesionalizarlo”, relata. Así, cuatro jóvenes gestionan hoy un servicio que conecta Cala Galdana con varias calas vírgenes, incluida Macarella, evitando la larga caminata por el sendero.
La lancha, con capacidad para unas seis personas, cubre el trayecto en apenas 12 minutos y mantiene una frecuencia alta, con un tiempo de espera medio de 15 minutos, dependiendo del mar. “Hay muchos clientes que vienen sin saber cómo se accede a estas playas. Nosotros les explicamos y les damos la opción de no tener que andar nada”, añade Ricard. En días con buenas condiciones, la lanzadera realiza hasta 45 viajes diarios.
Además de Macarella y Macarelleta, la empresa ofrece trayectos a otras playas vírgenes como Es Talaier, Son Saura, Trebalúger, Escorxada o Fustam, con tiempos de navegación de entre 20 y 35 minutos y tarifas que van desde los 11 euros para la ida a Macarella hasta los 51 euros ida y vuelta a Son Saura.
Galdana, entre la presión y una posible ampliación
El efecto colateral de la restricción a Macarella ha sido una mayor presión de coches en Cala Galdana. Ramón Sintes, regidor de Turismo del Ayuntamiento de Ferreries, admite que la situación se ha intensificado: “Som conscients que aquesta pressió de cotxes ha anat en augment. Això obliga la policia a vigilar constantment per evitar excessos”.

Ramón Sintes, regidor turisme Aj.Ferreries
Sobre la mesa está un proyecto para ampliar y reordenar el aparcamiento de Cala Galdana, encallado desde 2019, que contempla pasar de 200 a 265 plazas, habilitar tres espacios para autobuses y mejorar los accesos, con un presupuesto aproximado de medio millón de euros y listo para licitarse. Todavía no está claro qué institución lo ejecutará ni cuándo, pero su puesta en marcha permitiría mitigar parte de la saturación estival.
Emprender pese a las dificultades
Los jóvenes impulsores de la Lanzadera Macarella confiesan que sacar adelante el negocio no ha sido sencillo: “El tema permisos ha sido lo más complicado. Llevamos desde agosto pasado con trámites, y ojalá en el futuro sea más fácil para los que queremos innovar”, comenta Ricard. Su objetivo es consolidar el servicio este verano y ampliar la flota el próximo año.
Mientras tanto, la pequeña lancha sigue navegando cada día desde el embarcadero de Serpentona hasta Macarella, demostrando que incluso de las restricciones pueden nacer oportunidades para mejorar la experiencia turística y emprender en Menorca.



