Primer simulacro en Menorca que integra drones y rescate acuático en la playa de Son Bou
Alaior prueba por primera vez en la isla la coordinación entre tecnología aérea y recursos de socorrismo tradicionales para reforzar la seguridad de bañistas y turistas

José Luis Benejam, alcalde Aj.Alaior
Menorca - Publicado el - Actualizado
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La playa de Son Bou vivió hoy un ejercicio sin precedentes en Menorca. Se trata del primer simulacro en el que se combinan drones con medios de salvamento acuático, como motos de agua y tablas, para poner a prueba la capacidad de respuesta ante emergencias en el mar. La iniciativa estuvo impulsada por la empresa Marsave, responsable del servicio de vigilancia en las playas de Alaior, con la colaboración de la asociación Buresmen y el Ayuntamiento de Alaior.
El elemento innovador del simulacro fue el papel protagonista del dron como herramienta de apoyo al rescate. En el primer escenario, se representó a un bañista en situación crítica dentro del agua. La combinación del dron y de la moto acuática permitió localizar a la víctima en cuestión de segundos y trasladarla a la orilla, donde se practicaron técnicas de reanimación.
El segundo ejercicio incorporó el uso de la tabla de salvamento junto al lanzamiento de un dispositivo Restube desde el dron. Este sistema de flotación inmediata asegura que la persona en apuros disponga de apoyo vital hasta la llegada de los socorristas. Con este complemento, el tiempo de reacción se reduce drásticamente, aumentando las posibilidades de supervivencia.
Además de aportar visión aérea, el dron demostró otra de sus capacidades más valiosas: la comunicación directa. A través de un sistema de megafonía incorporado, pudo emitir avisos a toda la playa, una función que sería esencial en caso de evacuación, detección de corrientes peligrosas o presencia de medusas.
Un paso adelante en prevención
El simulacro representa un salto cualitativo en la estrategia de seguridad costera de Alaior. La incorporación de nuevas tecnologías no sustituye a los socorristas, sino que refuerza su labor con herramientas que agilizan la localización, mejoran la coordinación y aumentan la capacidad de respuesta en minutos críticos.
Los responsables subrayaron que antes del inicio se informó a todos los bañistas para evitar alarmas innecesarias. De esta forma, la práctica se desarrolló en un entorno controlado, pero con la presión propia de un rescate real, lo que permite entrenar tanto las maniobras técnicas como la coordinación entre los diferentes recursos humanos y materiales.
El Ayuntamiento de Alaior insistió en que la seguridad de residentes y visitantes es una prioridad. Con este tipo de ensayos, el municipio pretende anticiparse a posibles incidentes durante la temporada alta y consolidar un protocolo sólido que garantice rapidez y eficacia en situaciones de riesgo.
Cooperación entre entidades
El éxito del ejercicio fue posible gracias al trabajo conjunto de Marsave, Buresmen y los servicios municipales. La empresa de socorrismo aportó los recursos acuáticos y el personal especializado, la asociación Buresmen contribuyó con su experiencia en emergencias, y la administración local brindó apoyo institucional y logístico.
El consistorio agradeció expresamente la labor de los socorristas y de los operadores de dron. La colaboración público-privada se perfila como un modelo de referencia para implantar protocolos de seguridad innovadores en Menorca, integrando lo mejor de la experiencia humana con las posibilidades que ofrece la tecnología.
El precedente marcado en Son Bou abre la puerta a repetir ejercicios similares en otras playas del municipio. El objetivo es extender la fórmula y situar a Alaior a la vanguardia de la seguridad costera, ofreciendo a residentes y turistas la garantía de un sistema de vigilancia más rápido, eficaz y adaptado a los nuevos tiempos.