Más de 1.000 pisos turísticos ilegales desaparecen de Airbnb en Menorca: ¿Y ahora qué?
La patronal Viturme duda que estas viviendas pasen al mercado de alquiler residencial y señala la inseguridad jurídica como el principal problema para los propietarios

Entrevista en Herrera en Cope Menorca a Pedro Pons, vicepresidente de VITURME
Menorca - Publicado el
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La plataforma Airbnb ha retirado más de 1.000 anuncios de alquileres turísticos ilegales en Menorca, una acción celebrada por la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales de Menorca (Viturme). Sin embargo, la patronal, a través de su vicepresidente Pedro Pons, aprovecha la ocasión para lanzar una pregunta al aire: ¿qué pasará ahora con todas esas propiedades? Lejos de pensar que esta medida solucionará la falta de vivienda en la isla, la asociación cree que servirá para demostrar que el origen del problema no está en el turismo, sino en la desprotección que sufren los propietarios.
Desde Viturme se muestran tajantes al afirmar que comparten la lucha contra el fraude y los alquileres sin licencia, ya que, aseguran, "nos perjudica como al que más". No obstante, Pedro Pons insiste en que el debate debe ir más allá y que esta es una "oportunidad excelente" para analizar el comportamiento del mercado y de la propia inspección. La asociación duda de que estas viviendas se incorporen al mercado de alquiler residencial y reta a las autoridades a seguirles el rastro para comprobar su destino final.
La inseguridad jurídica, en el punto de mira
Para Viturme, el principal obstáculo para que un propietario ponga su vivienda en el mercado de alquiler a largo plazo es la inseguridad legal y jurídica. Según Pons, "el problema del alquiler residencial no viene porque haya alquiler turístico, sino por la inseguridad jurídica que existe a la hora de poder alquilar una casa a una familia o a una pareja durante años". El vicepresidente de la patronal critica la posición de la administración, que en su opinión defiende al que ocupa o al que no paga el alquiler frente al propietario, que a menudo sigue pagando la hipoteca del inmueble.
Esta situación provoca que muchos dueños de viviendas no se atrevan a firmar contratos de larga duración. Pons contrasta la diferencia de riesgo entre un alquiler turístico y uno residencial: mientras que un mal cliente en el sector vacacional supone un problema de una semana, en el alquiler convencional la situación puede prolongarse durante años. "Aunque evidentemente hay personas y familias muy responsables que cumplen y pagan, hoy en día parece que se fomenta más o se apoya más a ese tipo de gente que no tocaría", lamenta.
Se fomenta más o se apoya más a ese tipo de gente que no tocaría"
Vicepresidente VITURME
Un experimento sobre el mercado de la vivienda
La retirada masiva de anuncios ilegales se ha convertido en un termómetro para medir la salud real del mercado inmobiliario de Menorca. Viturme considera que este es el momento de comprobar si, como una parte de la sociedad y algunas administraciones sostienen, el alquiler turístico es el principal culpable de la escasez de vivienda residencial. La patronal pone la pelota en el tejado de sus críticos y les invita a observar qué sucede en los próximos meses.
Pedro Pons lanza un desafío claro: "ahora que se han retirado estas mil viviendas, a ver cuántas casas, de aquí a un corto plazo de tiempo, estarán dentro del mercado residencial". La predicción de la asociación es pesimista y creen que serán "pocas o muy pocas". Desde su punto de vista, la mayoría de los propietarios de estos inmuebles preferirán mantenerlos cerrados o ponerlos a la venta antes que arriesgarse al alquiler de larga duración.
Ahora veremos cuántas casas estarán dentro del mercado residencial y cuántas seguramente estarán cerradas o a la venta"
Vicepresidente VITURME
La cifra de 1.000 viviendas podría ser incluso mayor. Pons hace referencia a noticias que hablan de hasta 15.000 plazas turísticas ilegales, lo que equivaldría a unas 4.000 viviendas. Si una parte significativa de estas propiedades entrara en el circuito residencial, "solucionaríamos una parte importante del problema en Menorca", reflexiona el vicepresidente de Viturme, que insiste en su pregunta: "¿Y ahora qué?"
Llamamiento a la inspección
Viturme no presenta una propuesta formal a la administración, sino que su planteamiento es una petición de análisis y seguimiento. "Nuestra propuesta es ver qué pasará, demostrar que el problema no es siempre el alquiler turístico", explica Pons. La patronal cree que, ya que Airbnb ha identificado y retirado los anuncios, las autoridades tienen una oportunidad de oro para "hacer un seguimiento de estas casas, ver qué pasa con ellas, a dónde van".
La asociación reitera su postura en contra de la competencia desleal que suponen los alojamientos ilegales, equiparándolos a tener "restaurantes legales y otros ilegales". No obstante, su foco se centra en el problema estructural de la vivienda. Para concluir, Pons apunta que la temporada turística se ha estabilizado tras varios años de fuerte crecimiento, lo que indica que se ha llegado a una meseta. Esto, para Viturme, refuerza la idea de que el mercado ha alcanzado su techo y que los desafíos, como el acceso a la vivienda, requieren mirar más allá del turismo.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.
                            
                
                        
                    


