Mallorca prohíbe alimentar a las cabras salvajes de la Tramuntana con multas de hasta 2.000 euros
La creciente interacción con turistas y los incidentes de seguridad han llevado al Consell de Mallorca a tomar esta drástica medida para proteger el ecosistema y a las personas

Mallorca - Publicado el - Actualizado
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El Consell de Mallorca ha prohibido expresamente alimentar a las cabras salvajes en toda la isla, especialmente en la Serra de Tramuntana, donde su creciente presencia en zonas turísticas se ha convertido en un problema. La medida, que incluye la instalación de carteles informativos y la aplicación de sanciones, busca frenar el deterioro del ecosistema y los incidentes de seguridad causados por unos animales que se han acostumbrado a la comida fácil que les ofrecen visitantes y excursionistas.
Un problema de seguridad
El conseller insular de Medio Ambiente, Pedro Bestard, ha señalado que el detonante principal son los riesgos asociados a la interacción con estos animales. Aunque no los considera dóciles, explica que se acercan a las personas en busca de alimento, lo que ha provocado altercados. "Son animales que pueden hacer mucho daño, y lo que tienen que hacer es no dar de comer", ha afirmado Bestard, insistiendo en que son animales salvajes y su comportamiento es imprevisible.
Son animales que pueden hacer mucho daño"
Bestart ha añadido que los animales disponen de alimento suficiente en su hábitat y que la solución pasa por cortar el suministro de comida por parte de la gente. "Si no les dan de comer, los animales no se acercan", ha asegurado. Ha recordado que "un animal de estos tiene mucha fuerza, a un niño le puede hacer daño a cualquier persona", por lo que es fundamental evitar que se habitúen a la presencia humana para prevenir riesgos mayores.

CIM
Sanciones de hasta 2.000 euros
La nueva normativa contempla sanciones que varían según la gravedad del acto. Las infracciones leves, como dar una pequeña cantidad de comida a un animal, pueden suponer multas de entre 60 y 450 euros. Sin embargo, la sanción puede ascender hasta los 2.000 euros en los casos considerados graves.
Si dejan comida para que los animales coman, es una falta grave"
Según el conseller, una falta grave sería "dejar comida para que los animales coman", una acción que incrementa el peligro de accidentes. Bestard ha puesto como ejemplo el riesgo que supone alimentar a las cabras en los márgenes de una carretera, ya que los animales pueden invadir la calzada y provocar un siniestro. "Un animal es imprevisible y puede provocar un accidente", ha recalcado.
Gestión de la especie
Actualmente se está realizando un censo para cuantificar la población de cabras en la isla. El objetivo del Consell es reducir la densidad y "eliminar todo lo que es la cabra híbrida para dejar la pura, la 'bog mallorquí'", según Bestard. Además, ha recordado el importante papel ecológico de estos animales, que actúan como un cortafuegos natural al mantener limpio el bosque.
El descenso de las cabras a las calas y zonas habitadas, sobre todo en verano, no solo se debe a la búsqueda de comida, sino también de agua. Aunque algunas fincas privadas instalan puntos de agua en las zonas altas, los animales siguen bajando a las zonas turísticas porque, como ha concluido el conseller, "siempre cualquier animal o cualquier persona busca lo más fácil", ha concluido.
EN AUMENTO
Es un problema que va en aumento en Mallorca, sobre todo en verano, como consecuencia de la presencia de cabras que descienden de las zonas montañosas en busca de alimento y agua, atraídas por los jardines, papeleras y zonas verdes de urbanizaciones y áreas turísticas.




