Las sobras de tu comida pueden ser algo más: así funciona la Planta de Biorresiduos de La Mariña de Lugo
Una infraestructura preparada para tratar 3.000 toneladas de residuos al año y que aún está muy por debajo de su capacidad. Hay que reciclar más y mejor

Entrevista con Marta Fariñas, gerente de la Planta de Biorresiduos de Cervo
Ribadeo - Publicado el
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Es el fundamento de la economía circular. Reciclarlo todo, o lo más que podamos. Porque nuestras sobras pueden tener otra vida. Eso es lo que hacen en la Planta de Biorresiduos de Cervo, que trata los restos de esta localidad y también los de Burela, Xove y Viveiro. Son los concellos que se han sumado a esto de reciclar, quedan muchos más porque la planta tiene capacidad para tramitar más materia orgánica de la que procesa ahora. Puede alcanzar las 3.000 toneladas por año y está muy lejos aún de ese umbral
Y eso ¿cómo se hace?
Cuando llegan los restos cargados en camiones se pesan, se mezclan con un estructurante (astillas de madera) y se dejan fermentar, a alta temperatura, en unos compostadores verticales. Así se higieniza el material y se destruyen todas las bacterias.
Una vez sale de allí va a la zona de maduración y post-maduración donde la mezcla se riega y voltea a diario hasta que el material vaya enfriándose. El proceso dura unas ocho semanas y una vez alcanzada una temperatura por debajo de los 30%º pasa a la fase de afino y separan los restos de material no compostado, se envasa y ya está listo para comercializar.
hacerlo en casa llevaría meses
Si hiciéramos este proceso en un compostero casero tardaríamos muchos meses, como explica Marta Fariñas, la gerente de la planta, "depende de cuánto lo riegues y ventiles, pero sí la fabricación del compostaje es un proceso que tiene su tiempo".
Explica además Fariñas que elaborar compost es importante porque estamos hablando de economía circular, "al final también es un tema muy importante, que todos estos residuos vuelvan a la tierra y vuelvan en modo de fertilizante, yo creo que es algo bueno".
una planta sostenible
Además la planta en sí misma es sostenible, cuenta con placas fotovoltaicas que cubren el 80% de sus necesidades energéticas y la mayor parte del proceso apenas consume energía. Incluso el agua con la que riegan la mezcla de residuos se recoge de la lluvia.
Pero ahora queda una asignatura pendiente, concienciar a los ciudadanos para que reciclen más y mejor, porque todavía llegan muchos impropios a la planta. Por ejemplo, los elementos electrónicos pueden estropear el resultado porque "contamina la mezcla". Y los ayuntamientos también tienen una importante tarea que hacer, que terminen de implantar el contenedor marrón.