Treinta años de fidelidad, mantel y memoria en Lugo

Lo que empezó siendo una cena de jóvenes con ganas de comerse el mundo —y algo más— se ha convertido, tres décadas después, en una cita sagrada con mantel largo, sobremesa sin prisa y muchas historias que contar. Ayer sábado tuvo lugar la 30ª edición del encuentro de exseminaristas, una celebración redonda que volvió a demostrar que el paso del tiempo afina la amistad… y el apetito.

Una mesa con pedigrí: Fonte do Rey

La cita gastronómica tuvo lugar, como no podía ser de otra manera, en el Restaurante Fonte do Rey, regentado por los naviego-ancareses Suso y Eduardo, referentes indiscutibles del buen comer en Lugo. Además de dar de maravilla, juegan en casa: son cercanos —por origen y por afecto— a muchos de los asistentes.

Allí coincidieron, entre otros, Manolo Tabado, uno de los organizadores de la Festa do Viño de Valgos; Daniel, carpintero de raza de Barcia (Navia); y Luis Vázquez Liz, familiarmente ligado a este templo gastronómico y ejemplo de constancia. Como él mismo confesaba, con orgullo y retranca: “Non sei se serei o único, pero o certo é que nunca faltei a ningunha convocatoria dos exseminaristas”.

De la cena a la comida: cosas de la edad (y del cuerpo)

Lo que en sus inicios fue una cena nocturna —cuando el cuerpo aguantaba más y la digestión menos— se ha transformado con los años en una comida anual. No se sabe muy bien si por comodidad, prudencia o porque el cuerpo ya no pide lo que pedía… pero nadie se queja. Al contrario.

Debutantes, viajeros y medallistas

Esta edición tuvo su punto de novedad con el debut de Luis Pardiño Piñón, que por fin logró cuadrar agenda. Vive en A Coruña, pero es bien de Lugo. Y detalle importante: mantiene todo su pelo intacto, lo que provocó comentarios unánimes del tipo “está hecho un chaval”.

También hizo acto de presencia el laureado medallista de maratón Jabo Orejas, miembro del clan que, cuando la cita no le pilla dando la vuelta al mundo, siempre se deja caer. Y hablando de dar vueltas, otro de los asistentes, "Barja" acumula en su haber más de 70 países recorridos, incluidos dos viajes a Venezuela, dato que no pasó desapercibido en la conversación.

Recuerdos, corbatas colgadas y años gloriosos

No faltó Serrano, que cuando cuelga la corbata de senador disfruta como uno más recordando aquellos maravillosos años 60 y 70. Como él, muchos otros compañeros —todos visibles en la foto— compartieron risas, anécdotas y la firme intención de repetir el próximo año.

Cándido Vázquez: el motor silencioso

Mención especial merece Cándido Vázquez, auténtico dinamizador del encuentro. Con la experiencia que le da haber organizado, entre otras cosas, el 50º aniversario del colegio de As Gándaras, consiguió motivar a un nutrido grupo de compañeros para que nadie se perdiera esta edición tan redonda: la número 30.

Sorteo (teledirigido) y relevo organizativo

Y como manda la tradición, hubo sorteo de números —ligeramente teledirigido— para decidir quién se encargará de la próxima edición. La suerte (o el destino) quiso que la organización de la 31ª edición recaiga en Juan Serrano, de Portomarín, que se llevó de compañero —sin saberlo y por la vía rápida— a Suso “Barrio”, del Restaurante Fidalgo de Guntín. Ambos formarán el dúo organizador del próximo año. Sí o sí.

¿Interés turístico de Galicia? (Es broma… o no)

Si esto sigue así, quizá haya que pedir a la Xunta que declare el encuentro Fiesta de Interés Turístico de Galicia. Bueno… igual es una broma. O no.Lo que está claro es que, treinta años después, esta quedada sigue tan viva como el primer día. Y eso, hoy en día, ya es todo un milagro.