Tres barrios de Lugo, A Milagrosa, A Residencia y As Fontiñas, cumplen las condiciones para ser declarados zonas tensionadas por la subida de los precios de los alquileres. Así al menos se desprende de un informe elaborado por la Xunta de Galicia precisamente sobre la evolución de las tarifas de arrendamiento de viviendas en la ciudad.

En todo caso, con esa información en la mano, es el Concello de Lugo quien tiene que tomar la decisión de solicitar la declaración de zona tensionada. De ese modo, la propia Administración podría limitar el precio de los alquileres.

De momento, eso no ha pasado. El departamento de Urbanismo todavía está evaluando, con toda la información que maneja y el criterio de sus propios técnicos, la situación del mercado del alquiler de viviendas en la ciudad. Por ello, explicó esta misma semana la alcaldesa, Paula Alvarellos, todavía no ha solicitado la declaración de ninguna zona tensionada.

En COPE Lugo quisimos preguntarles a los profesionales del sector cuáles son las zonas más caras para alquiler una vivienda. Cuánto cuesta alquilar un piso en la capital de la provincia. Qué hace la gente para acceder a un domicilio.

Las zonas más caras

Carla Vila tiene un inmobiliaria en pleno centro de Lugo, un negocio dedicado al alquiler y a la venta de inmuebles. En ambos casos falta oferta, mientras que la demanda no para de crecer.

Eso influye en los precios, evidentemente. Los barrios más caros para alquilar un piso en Lugo son los situados en la zona sur de la ciudad, pero sobre todo el casco histórico. También se han revalorizado otras localizaciones, como la plaza nueva de A Milagrosa: Agro do Rolo.

En cuanto a los precios, pueden rondar los 800 euros en la zona sur, pero en el caso histórico de la ciudad un piso en condiciones puede costar entre 1.000 y 1.2000 euros al mes de alquiler, una cantidad realmente prohibitiva para la media de los asalariados.

Algunos optan por comprar

Ante esta situación, dado que el precio del alquiler se aproxima peligrosamente a la cuota que se paga por una hipoteca, Carla Vila reconoce que cada vez más gente se mete a comprar su propia vivienda.

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En todo caso, el problema es el mismo: la oferta es escasa y los precios son altos.