Los concejales no adscritos propician el primer fiasco del Gobierno de Santiago tras la ruptura del grupo del PSOE

El recién estrenado nuevo mapa político en el salón de Plenos del Concello de Santiago ha propiciado el primer fiasco del Gobierno local de la nacionalista Goretti Sanmartín que ha visto cómo los cuatro concejales exsocialistas y ahora no adscritos decidían abstenerse en la propuesta del pago de una factura de más de 400.000 €, argumentando uno de ellos, Gonzalo Muíños, es portavoz socialista, que un reconocimiento extrajudicial de crédito de una cuantía así "requiere de negociación previa y diálogo".

Una abstención de los cuatro no adscritos que junto el voto en contra de los once del grupo mayoritario, el de Partido Popular, ha tumbado la propuesta para el pago de los servicios que la empresa Autocares Rías Baixas presta con el alquiler de autobuses para la Línea 7 de la ciudad.

En concreto, el punto en el orden del día rezaba "Recoñecemento extraxudicial de crédito por gastos derivados da liquidación do ano 2024 correspondente á prestación do servizo de transporte urbano colectivo de viaxeiros/as da liña 7 e aprobación de indemnización substitutiva a favor de Autocares Rías Baixas SL por importe de 402.093,27 €".

Como consecuencia del alquiler de autobuses que reemplazan de forma provisional a parte de la vetusta flota que ha habido que ir apartando de la circulación, ante la falta de licitación de un nuevo concurso de transporte urbano en Santiago que se ha demorado en los últimos años.

Y que ha estado presente en todo el debate en la sesión plenaria, como cuando el portavoz del PP, Borja Verea, ha pedido la renuncia del concejal de Mobilidade, Xan Duro, al que ha acusado de no haber hecho nada en los años que ha estado con responsabilidades en el Gobierno local, primero en el mandato de Compostela Aberta y ahora en coalición con el BNG.  

Al que le ha reprochado que “gran parte del sueldo que le pagaron los santiagueses durante estos 6 años era para que trajera la esta ciudad autobuses nuevos, y no lo hizo", calificando de  pérdida de 10 años y de "borrón y cuenta nueva" la nueva propuesta para que ese servicio se adjudique ahora como una prestación de servicios y no una concesión para los 13 años que va a estar en vigor.

Unas críticas que han llevado a la alcaldesa nacionalista, Goretti Sanmartín, a insistir en que se lleva meses trabajando en este nuevo contrato de Transportes que, ha asegurado, espera que esté adjudicado "en el actual mandato".

Algo que dependerá del respaldo al gobierno bipartito de los dos grupos en los que se ha dividido el grupo municipal socialista y que, visto lo ocurrido, no parece en absoluto garantizado.