El calvario de la incontinencia fecal: "Tenía una vida, pero estaba sin vida"
Es el caso de Alma Rodríguez, una coruñesa que se escondió en su propia casa y tardó años en contarlo, incluso a su propia familia.

Coruña - Publicado el
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Se celebra del 16 al 22 de junio la Semana Mundial de la Incontinencia. Un problema que sufren, en mayor o menor medida, más personas de las que pensamos y que influye mucho en su vida cotidiana. Es el caso de Alma Rodríguez, una coruñesa que se escondió en su propia casa, tardó años en contarlo, incluso a su propia familia. "Yo tardé en contarlo, creo que año y medio hasta que mi marido me pilló. Esconderte en tu casa es muy difícil. Mis hijos, pues, me sucedió en la calle y, claro, pues se dieron cuenta. Entonces se lo tuve que contar. Reaccionaron muy bien", explica.
Asegura que en su caso tuvo un "gran apoyo" en su familia. Alma se lo había contado a su médico de atención primaria que no supo qué hacer . "No me derivó a ningún sitio con lo cual tú te encuentras en un vacío", relata. Pero cuando se lo contó a su marido la situación cambió. Empezaron a visitar coloproctólogos hasta que terminó en el servicio de coloproctología del Sergas. Ahí, se encontró, dice, con un equipo de suelo pélvico "maravilloso". Su coloproctóloga le aseguró que la iba a "ayudar", pero "yo solo lloraba, me costaba muchísimo hablar".
A partir de ahí, para paliar un poco la situación y "poder salir a la calle dignamente" empezaron a darle medicación y, posteriormente, le implantaron un "neuromodulador de raíces sacras" que es una especie de marcapasos que lleva implantado en la parte derecha de la espalda "abajo, casi en el culete". Esto no le funciona al "cien por cien" pero es "una ayuda". ¿Por qué? Pues porque este sistema le sirve para ganar "minutos para llegar a un baño"
Alma sufrió varios partos complicados, una operación de hemorroides pero el detonante final fue una histerectomia. "Yo dejé de llegar al baño, llegué a no tener un segundo para llegar al baño, con lo cual ahora para mí dos minutos, tres minutos, que no es nada, para mí es un mundo", destaca.
También le costó ponerse un pañal. "Me ha costado muchísimo ponerlo, Fue un horror. Yo me lo ponía, lloraba, me lo quitaba, no me veía mujer. Yo soy muy presumida. Al final lo empecé a poner y me ha dado tranquilidad. Y ahora prácticamente adapté mi ropa a esto". Reconoce que esta patología "no te mata, pero es un calvario". Muchos, asegura, "viven encerrados en su casa por el miedo, por la vergüenza".

Alma Rodríguez, delegada de ASIA en A Coruña, hace el signo de la incontinencia
HOMBRES
Los hombres también sufren de incontinencia aunque en menor porcentaje que en el caso de las mujeres que, explica Alma, tienen mucha cirugía ginecológica que va reduciendo la fuerza de los músculos pélvicos. En los hombres, "cuando se les quita la próstata, el cáncer de próstata, deja una cierta incontinencia". Y en su caso se esconden más que las mujeres. "A los hombres les cuesta muchísimo más contarlo", subraya. "Los hombres también pueden ir a fisioterapia pélvica, pero no van".
convenios
En este año y medio que Alma lleva al frente de la Asociación de Incontinencia ASIA, Alma ha suscrito convenios de colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña. "Hay un tanto por ciento de casos que no están diagnosticados y el farmacéutico es la persona más cercana, tu persona de confianza en el barrio. El farmacéutico va detectando esos casos que no detecta un médico por la venta de absorbentes..."
También con el Colegio de Médicos, el Colegio de Enfermería o el de Matronas además del Colegio de Psicólogos porque, indica Alma, "esta patología psicológicamente afecta muchísimo". A Alma le ayudó hablar con otras personas que estaban viviendo su misma situación como las personas que integraban ASIA. "Esta patología necesita hablar con alguien que esté como tú". Recuerda Alma que cuando se acercó a ASIA ella ya había encontrado "ayuda médica" pero "yo seguía llorando, yo llegaba a la consulta y lloraba y lloraba".
Relata que le confesó a su doctora que su vida era "un horror". "Me acuerdo que dije, es que no hay nadie como yo. Y ella me dijo no, no lo cuentan". Se puso en contacto con las mujeres que fundaron ASIA y ellas "me devolvieron la vida". No solo ellas, el equipo de suelo pélvico del Hospital Abente y Lago de A Coruña también . "Yo tenía una vida, pero estaba sin vida", destaca, "estaba encerrada en mi casa , había dejado mi vida social. Al principio iba a trabajar pero pasé un verdadero calvario en el trabajo porque yo no había contado nada y tuve unos cuantos escapes y trabajaba de cara al público"
congreso en madrid
Del 17 al 19 de junio, ASIA celebrará un Congreso en el Ministerio de Sanidad, en Madrid, en el que urólogos, médicos de familia, fisioterapeutas, coloproctólogos, enfermeros...abordarán este problema multidisciplinar. Habrá una jornada de pacientes en el parque del Retiro donde se presentará lo que se ha ido haciendo en cada delegación.
Alma apunta que la asociación y ella misma están disponibles para todos los que estén pasando por esta situación. Invita a visitar la página web de ASIA o si lo necesitan ponerse en contacto con ella en el 680 46 16 47.