Ana Álvarez, cardióloga de A Coruña: "Los síntomas de un infarto son distintos en las mujeres, se pueden confundir con ansiedad o artrosis"
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población femenina

Campaña en A COruña para detectar el infarto en mujeres: los síntomas son diferentes
Coruña - Publicado el
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Cada ocho minutos, una mujer muere en España por un infarto. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte femenina en nuestro país, por encima del cáncer de mama. Y, sin embargo, ni un 40% de la población femenina sabe reconocer cuándo le está dando un infarto.
Hay mucho camino por recorrer en un problema tan serio de salud pública. Por ello, el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña ha lanzado una campaña para informar y divulgar sobre las enfermedades cardiovasculares en mujeres
Cómo saber si me está dando un infarto
Los síntomas de un infarto son diferentes según el género de una persona. Si asociamos dolor en el pecho e irradiación al brazo izquierdo después de un esfuerzo, en mujeres la cosa cambia.
"Los síntomas son distintos", asegura Ana Álvarez, cardióloga en el hospital HM Modelo de A Coruña, que advierte de que "los síntomas de un infarto son distintos en las mujeres, se pueden confundir con ansiedad o artrosis"
Así, detalla que en las mujeres, el dolor se acompaña de una irradiación diferente: "Se irradia principalmente a los hombros, a cuello, a la parte alta de la espalda. Hay un poco más de fatiga y de disnea que en los hombres, y se acompaña más frecuentemente de náuseas, vómitos, a sudoración profusa, palpitaciones, nerviosismo, síncope, un cansancio extremo, una sensación de agotamiento y una sensación de ir a perder el conocimiento en muchas ocasiones".
Diagnósticos conFusos
"Si la paciente tiene un poquito de dolor que irradia a la espalda, lo puede achacar a la artrosis. Si tiene palpitaciones, decir 'estoy nerviosísima'". Incluso desde la parte profesional puede llevar a engaño, con preguntas como: "¿Usted tuvo alguna vez una un episodio de una crisis de ansiedad? Esto es estrés", apunta la profesional
A esto hay que sumar que es frecuente que la mujer llegue tarde al sistema sanitario porque resta importancia a sus síntomas y presta más atención a los de su familia. "Por el rol que desempeñan la sociedad, tienen a su cargo, en muchos casos, pues, gente mayor, hijos, padres, a los que tienen que atender. Y, entonces, siempre piensan que lo que tienen ellos no es nada, no es nada importante, y es frecuente que sean las últimas que acudan al sistema sanitario", apunta Sara Catrain, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña.

Y esto se traduce que una mujer tarda unos 90 minutos más de media en pedir ayuda cuando sufre un infarto que un hombre. Y "el tiempo en un infarto no es oro, es tejido salvado", apunta la cardióloga Ana Álvarez.
las ratas macho que derivan en equivocaciones
Este retraso inicial desencadena una cascada de demoras en el hospital, desde el diagnóstico hasta la aplicación del tratamiento, que en el caso de las mujeres tiende a ser “un poquito conservador”. Y es que, las pautas tradicionales de dosificación de tratamientos no se ajustan o no contemplan diferencias anatonómicas o fisiológicas. Si no es lo mismo un medicamento para hombres que para mujeres, también hay diferentes pautas de riesgo según si una paciente ha tenido la regla o la menopausia pronto, o un parto prematuro. El sesgo de género se arrastra en la Sanidad desde el inicio del proceso.

Científicos en un laboratorio
"Hay un sesgo de género en la investigación experimental, es decir, se experimenta mucho más con animales machos que hembras, y luego, en los ensayos clínicos, no más del 30% son mujeres las que intervienen o las que se incluyen en los ensayos clínicos", indica Catrain.
Además, apunta que " dependiendo de la etapa del ciclo hormonal de la mujer varía, es importante tenerlo en cuenta para la medicación y para la prevención de la enfermedad".
A esto hay que unir que la ciencia ha dado sistemáticamente la espalda a las mujeres, empezando porque la mayoría de voluntarios para ensayos clínicos de los fármacos han sido, tradicionalmente, hombres.
Se alegaba "la necesidad de evitar riesgos a las mujeres, y muy especialmente en el caso de que estuviesen o que estén embarazadas o que sean mujeres lactantes, porque, además, esos riesgos afectan también al feto y al recién nacido", señala Ángel Concheiro Nine, el presidente de la Real Academia de Farmacia de Galicia
Campaña en las farmacias de A Coruña
Razones más que suficientes para la campaña que se despliega en las más de medio millar de farmacias de la provincia de A Coruña, que estos días muestran materiales visuales para poder ayudar a paliar esta brecha histórica de género que se traduce en mujeres que mueren sin saber reconocer, ni siquiera, cuál es la causa.
La imagen, muy ilustrativa: si el retrato del Caballero con la mano en el pecho del Greco podría estar teniendo un infarto, en el caso de una mujer, ese gesto no tendría por qué estar tan claro.

Cartel de la campaña para prevenir el infarto en mujeres





