La alta factura de los ultraprocesados: "Lo que ahorras en la compra lo gastas en sanidad"
Un nutricionista advierte de que el consumo de estos productos está estrechamente relacionado con patologías como la diabetes, la obesidad o los desajustes hormonales

Declaraciones de Andrés Calderón, nutricionista
Mérida - Publicado el - Actualizado
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El nutricionista Andrés Calderón, especialista en nutrición deportiva y salud hormonal, advierte sobre las graves consecuencias para la salud del consumo de alimentos ultraprocesados. Según el experto, estos productos suelen contener harinas de baja calidad y grasas trans hidrogenadas, muy comunes en la bollería, lo que conlleva un aporte calórico muy elevado que tiene un coste a largo plazo. "Lo que te ahorras a veces en comprar este tipo de productos te viene luego en otro tipo de gastos a nivel sanitario", sentencia Calderón.
Muchas enfermedades que aparentemente no guardan relación con la dieta están, en realidad, "estrechamente relacionadas"
Obesidad y patologías asociadas
En una sociedad cada vez más sedentaria, tanto en el ámbito laboral como en el ocio, el alto contenido calórico de los ultraprocesados favorece la acumulación de grasa y, con ello, la obesidad. El especialista subraya que esta condición está directamente relacionada con "muchísimas patologías, muchas veces más de las que nos imaginamos".
Muchas enfermedades que aparentemente no guardan relación con la dieta están, en realidad, "estrechamente relacionadas". Calderón pone como ejemplo el síndrome de ovario poliquístico, vinculado a la insulina y la alimentación, o la diabetes tipo 2, cuyo incremento en menores es alarmante. El consumo de ultraprocesados eleva la glucosa en sangre y aumenta la secreción de insulina, cronificando estos cuadros clínicos.
Desajustes hormonales y cardiovasculares
El impacto de una mala alimentación va más allá del riesgo cardiovascular o el metabólico, afectando también a la salud hormonal. El nutricionista señala que muchas mujeres normalizan los retrasos menstruales, considerándolos "algo común", cuando en realidad son una señal de alerta. "Realmente no es normal tener esos atrasos, esos desajustes hormonales", explica.
Realmente no es normal tener esos atrasos, esos desajustes hormonales"
El experto insiste en que el consumo recurrente de alimentos ultraprocesados es un factor clave en la aparición de este tipo de problemas. Calderón distingue estos cuadros clínicos de otras condiciones más complejas como alergias o intolerancias, que implican factores como el microbioma o la genética, para centrarse en las patologías directamente derivadas de un patrón de consumo perjudicial.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



