El Palacio de la China de Mérida cambia de manos y podría convertirse en hotel

El emblemático Palacio de la China, situado en la Plaza de España de Mérida, ha cambiado de propietarios. Tras meses de negociaciones, este lunes se ha formalizado la firma de compraventa de la parte superior izquierda del edificio, la que se sitúa justo encima del recién inaugurado pub, última porción del inmueble que aún permanecía en manos de la familia Gil, popularmente conocida en la ciudad como “los chinos”.

Los nuevos propietarios son los mismos empresarios emeritenses que ya poseían la parte derecha del edificio. Con esta adquisición, esta sociedad pasa a controlar cerca del 90% del histórico inmueble, a excepción del local comercial de reciente apertura en la planta baja, que continúa siendo de la familia Gil. 

Vipres ha sido la inmobiliaria encargada de gestionar la operación. Según su última publicación, esta parte del edificio, la mejor conservada, estaba valorada en 990.000 euros. Consta de tres plantas de 254 metros cuadrados cada una, comunicadas entre sí mediante escaleras comunes y ascensor. Aunque actualmente está preparada para uso como oficinas, el espacio ofrece múltiples posibilidades de negocio.  

Proyecto hotelero a la vista  

Según ha podido saber COPE Mérida, los nuevos dueños barajan una rehabilitación integral del edificio con la intención de convertirlo en un hotel. Aunque no se encargarían directamente de su gestión, su objetivo es cerrar un acuerdo con la cadena Ilunion, que ya gestiona en Mérida el Hotel Mérida Palace, también ubicado en la Plaza de España, y el Hotel Ilunion Las Lomas. De concretarse, este se convertiría en el tercer establecimiento de la cadena en la capital extremeña. 

Un edificio con historia  

El Palacio de la China fue construido en 1928 por encargo del comerciante textil Bartolomé Gil para albergar unos grandes almacenes. De estilo ecléctico con fuerte influencia del regionalismo andaluz, especialmente sevillano, el edificio destaca por una mezcla de elementos neorrenacentistas y neoárabes, como su crestería, medallones, arcos trilobulados, azulejos y almenas.