Los vándalos riegan el Casco Antiguo y la Alcazaba de mensajes antisemitas

El Casco Antiguo de Badajoz amanecieron este fin de semana con numerosas pintadas antisemitas, en un nuevo ataque vandálico que ha indignado a los vecinos. En al menos cuatro enclaves históricos protegidos –el Centro Educativo de las Adoradoras, la escalinata de acceso al Museo Arqueológico Provincial, el lateral de las emblemáticas Casas Coloradas frente a la Torre de Espantaperros, y la fachada de la Biblioteca Pública Municipal Santa Ana – aparecieron mensajes realizados con spray negro. Las consignas, como "Israel Asesina" además de acusaciones concretas contra bancos españoles ("BBVA y el Santander financian el genocidio en Palestina no les des tu dinero"), constituyen un acto de intolerancia que daña gravemente el patrimonio cultural y el tejido social pacense.

La reacción de las autoridades y la ciudadanía no se ha hecho esperar, expresando una profunda indignación. El alcalde, Ignacio Gragera, manifestó su repulsa en la red social X con un contundente: "Estúpidos. Es tremendo lo que tenemos que soportar a diario en esta ciudad",  acompañando su mensaje de una imagen de los destrozos. El concejal de Patrimonio, Rubén Galea, también denunció los hechos, destacando el ataque a espacios históricos y agradeciendo la intervención inmediata de los servicios de Limpieza municipales. Numerosos ciudadanos se sumaron a la condena en redes sociales, exigiendo medidas como la instalación de cámaras de seguridad en zonas sensibles y la imposición de "multas muy fuertes" para disuadir a los responsables de estos actos delictivos.  

Afortunadamente, los servicios municipales han actuado con celeridad para borrar las huellas del odio y el vandalismo. Las pintadas en la Alcazaba fueron eliminadas mediante limpieza con chorro de arena, mientras que en las Casas Coloradas y la Biblioteca Santa Ana fue necesario repintar las superficies afectadas. Galea agradeció públicamente el esfuerzo de los operarios por "eliminar su fechoría".

Sin embargo, este lamentable episodio no es aislado; se suma a otros actos vandálicos recientes en la catedral y las murallas de la Alcazaba, evidenciando un problema recurrente que exige no solo una respuesta de limpieza rápida, sino también una estrategia contundente de prevención, disuasión y educación para proteger el invaluable patrimonio histórico de la capital pacense..