Eduardo Naranjo ya tiene casa para siempre en el MUBA de Badajoz
El genial artista extremeño tendrá una sala permanente con sus obras, un hito que se enmarca en la gran rehabilitación del museo.

El sueño con las musas, óleo de Naranjo.
Badajoz - Publicado el
3 min lectura
El realismo onírico de Eduardo Naranjo, uno de los pintores españoles más destacados del último medio siglo, encontrará por fin un hogar estable y propio en su tierra. El Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA) dedicará una sala monográfica al maestro de Monesterio, un espacio permanente que albergará entre 20 y 25 obras de la Fundación Eduardo Naranjo durante, al menos, los próximos cuatro años. Este proyecto consolida la simbiosis entre el artista y la institución, un vínculo que se remonta a los inicios de su carrera.
La Diputación de Badajoz está ultimando los trámites para la firma de un convenio de colaboración con la joven fundación, creada en marzo de 2024. La presidenta de la institución provincial, Raquel del Puerto, será la encargada de rubricar el acuerdo, que dotará al MUBA de un núcleo expositivo dedicado en exclusiva a la poderosa y minuciosa obra del artista extremeño. No es un capricho, sino el reconocimiento a una trayectoria que despegó en la década de 1970 y que ya es parte indispensable del patrimonio cultural de Extremadura.
La historia entre Naranjo y el museo es larga y fructífera. La propia diputación becó al pintor para su formación entre 1960 y 1967, una apuesta temprana por un talento que no tardaría en florecer. En 1974, le concedió el Premio Internacional de Dibujo 'Luis de Morales' por su obra ‘Sueños Blancos’, que hoy puede admirarse en la sala 04 del MUBA. La institución atesora, además, otras 12 obras grabadas del autor y el óleo ‘Vanesa en la playa’ (2005-2006), adquirido en 2020.
profeta en su tierra
La afición del público por la obra de Naranjo es incontestable. El artista ha protagonizado las dos exposiciones temporales más visitadas en la historia de la pinacoteca. La primera, una retrospectiva en 2002, y la segunda, en 2020, con motivo del centenario del museo, atrajeron a casi 13.000 visitantes en conjunto. Estas cifras récord demuestran el poder de convocatoria de un creador cuya obra, profundamente personal, conecta de manera directa y emocional con la gente.

Autorretrato del artista
La futura Sala Eduardo Naranjo se ubicará en la segunda planta del Edificio C del MUBA, con entrada por la calle Francisco Pizarro. Las obras que se expondrán serán elegidas por la fundación en coordinación con la dirección del museo, creando un discurso expositivo coherente y representativo. Está previsto que este nuevo espacio se inaugure en mayo de 2026, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Museos, en lo que será un hito cultural para la región.
rehabilitación
Este ambicioso proyecto no llega solo, sino que se enmarca en la transformación física del propio museo. La Diputación de Badajoz ha presentado ya el proyecto de rehabilitación integral del edificio de la calle Meléndez Valdés, con una inversión total de 3,5 millones de euros. Las obras, cofinanciadas por el Gobierno de España a través del Programa 2 por ciento Cultural, comenzarán a principios de 2026 y tendrán un plazo de ejecución de 18 meses.
Con esta intervención culmina la reforma del complejo cultural
Presidenta de la Diputación de Badajoz
La presidenta Del Puerto ha subrayado que esta intervención, una de las más relevantes de la legislatura en materia cultural, "culmina la reforma del complejo cultural" y responde a una "reivindicación histórica de la ciudad". El arquitecto del proyecto, Antonio Álvarez Cienfuegos, ha detallado que entre los retos están la recuperación del edificio, la reestructuración de sus usos y la reducción del consumo energético en un 30%. Tras la obra, la planta baja se dedicará a exposiciones temporales, potenciando la accesibilidad.

La imagen de los tiempos, óleo de Eduardo Naranjo
Con más de 653.000 visitantes desde el año 2000, el MUBA se consolida como un faro cultural en Extremadura. La creación de la Sala Eduardo Naranjo y la modernización de sus instalaciones no son solo una noticia excelente para los amantes del arte, sino un legado para las futuras generaciones. Badajoz está a punto de otorgarle a su hijo más universal de la pintura lo que siempre mereció: un rincón permanente donde su genio pueda ser contemplado, estudiado y admirado por siempre.