La industria del juguete encara la Navidad con optimismo y el reto de reinventarse ante la caída de la natalidad

La industria juguetera española encara la campaña de Navidad con optimismo. José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), describe el sector como una industria “muy innovadora, muy ágil, muy flexible” que ha sabido afrontar los retos con éxito. Este buen punto de partida se apoya en once meses de crecimientos consecutivos en el consumo nacional, un dato clave considerando que la Comunidad Valenciana representa el 36% de los trabajadores y el 40% de la facturación del sector en España.

Una recuperación en cifras

Tras un 2024 calificado como “un año malo” con una caída de la facturación del 9%, el sector prevé cerrar este ejercicio con una mejora en torno al 2,5% gracias a la buena marcha del mercado nacional. Según Pastor, “el mercado nacional acumula un crecimiento del 6%, que es mucho”, mientras que las exportaciones, aunque se frenaron en agosto, podrían experimentar una “cierta mejoría” en el tramo final del año.

Innovación frente a los grandes desafíos

Sin embargo, el sector se enfrenta a desafíos importantes. El principal es demográfico, con una “reducción de la población infantil que ya empieza a ser dramático”, según Pastor. Desde 2012, la población de 0 a 12 años se ha reducido en un millón de individuos, un dato que el presidente de la patronal califica como “brutal”.

La respuesta de la industria ha sido la innovación y el desarrollo de productos para nuevos públicos. “Hemos suplido los retos con innovación y desarrollo de producto dirigido a otros tramos de edad”, afirma Pastor. Este enfoque ha dado lugar a un auge en categorías como los juguetes para adultos (kidults), los coleccionables y los juegos de mesa, que han ganado una gran popularidad tras la pandemia.

Los adultos que compran juguetes ya son el 30 por 100 del total de nuestras ventas"

José Antonio Pastor

Asociación Española de Fabricantes de Juguetes

Esta estrategia está dando sus frutos, ya que, como señala Pastor, “los adultos que compran juguetes ya son el 30% del total de nuestras ventas”. Para ello, es necesario crear un “producto también específico y adecuado para para ese público”. Los juegos de mesa, por su parte, “están apelando al juego en familia y al juego en las casas”, consolidándose como una categoría en crecimiento ininterrumpido.

Otro reto persistente es la competencia de las pantallas. La industria juguetera busca competir incorporando tecnología a sus juguetes para hacerlos “cada vez más interactivos” pero sin necesidad de una pantalla. Pastor advierte que “está demostrado que las pantallas generan adicción” y pueden producir efectos adversos en la salud infantil, como trastornos de atención o hiperactividad.

Estacionalidad y competencia desleal

El sector también denuncia la fuerte estacionalidad de las ventas en España, donde el juguete se percibe como un regalo de Navidad y Reyes. Esto contrasta con otros países europeos, donde es una necesidad durante todo el año. El gasto medio en España es de unos 200 euros por niño al año, mientras que en Europa supera los 350 euros.

El 90 por 100 de los juguetes que venden en estas plataformas no cumplen las normas"

José Antonio Pastor

Asociación Española de Fabricantes de Juguetes

Finalmente, desde la AEFJ se denuncia la “competencia desleal” procedente de copias y falsificaciones, especialmente a través de plataformas online. Pastor alerta de que “el 90% de los juguetes que venden en estas plataformas estos fabricantes terceros no cumplen las normas” y, lo que es más grave, un 86% de ellos pone en “riesgo inminente la salud del niño”. Esta situación genera pérdidas directas para la industria que superan los 110 millones de euros anuales.