De inmediato avisó a la Policía que acordonaba la zona, muy cercana al parking de urgencias del centro hospitalario. Se trataba de huesos de una cadera y de un fémur, al parecer, introducidos en un pantalón corto y, cerca de ellos, otros huesos y el cráneo. Aunque las primeras impresiones forenses no pueden determinar si es un caso de muerte violenta, el hecho de que los restos se encontraran muy diseminados y esqueletizados dejan abiertas todas las hipótesis, incluído que el cadáver pudiera haber sido descuartizado y devorado por alimañas de la zona.

Especialistas de la Policía Nacional de las brigadas científicas y de homicidios, siguen esta mañana en ese paraje para tratar de recoger todos los restos y tomar muestras para investigar su procedencia. Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia tienen previsto examinar hoy los huesos encontrados.

La policía investiga también si los restos pudieron haber sido trasladados desde otro lugar o si se encontraban en el sitio donde se produjo la muerte. El terreno se encuentra muy cerca del parking de urgencias del hospital de Alzira, en el llamado Camí de la Perrera rodeado de campos abandonados.