Una derrota tan inesperada como justa

Un parcial 14-32 durante el tercer cuarto ha condenado a Valencia Basket, ha hecho esfumarse el objetivo de los cuatro triunfos consecutivos y ha roto la dinámica histórica del Alba de Berlín que, en su séptima visita a la Fonteta, ha conseguido estrenar una sonrisa. Y con todo el merecimiento.

El estratega Aíto García Reneses, a sus 74 años, ha ofrecido una clase magistral y ha conseguido que la defensa en zona de su equipo se le haya atragantado a Valencia Basket de tal manera que un partido que marchaba igualado al descanso (51-51) se haya decidido de forma sorprendente con ese parcial inasumible.

83 puntos en 30 minutos le ha endosado el equipo alemán al 'taronja' y ahí, además del acierto nibelungo, se ha echado en falta mayor rigor defensivo en el cuadro local en el que sólo Nikola Kalinic y Jaime Pradilla parecían querer morder en su propio campo.

Volvió a apelar Valencia Basket a la heroica en el tramo final, pero ya era demasiado tarde y la orilla quedaba demasiado lejos. Remar y remar para no hacer pie. Los triples de Prepelic y los puntos de Hermansson y San Emeterio no eran suficientes. El mismo pecado que ante Iberostar Tenerife o San Pablo Burgos ha cometido el cuadro de Jaume Ponsarnau en esta jornada de la Euroleague.

La parte menos mala es que sólo el Bayern de Munich si se impone a Khimiki podrá superar las siete victorias que sigue luciendo Valencia Basket en la clasificación.

Ficha técnica EFE:

92.- Valencia Basket (21+30+14+27): Van Rossom (7), Vives (11), Puerto (-), Williams (6), Dubljevic (2) -cinco titular- Prepelic (13), Pradilla (6), Tobey (12), Kalinic (10), San Emeterio (12) y Hermannsson (13).

100.- Alba Berlín (27+24+32+17): Siva (9) Granger (17), Giffey (13), Sikma (15), Nikic (6) -cinco titular- Lo (6), Delow (-), Mattiseck (3), Schneider (8), Olinde (8) y Thiemann (15).

Árbitros: Lamonia (ITA), Javier (ESL) y Dragojevic (). Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis a puerta cerrada por las restricciones del coronavirus.