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Montero le da calma a Valencia Basket en un final de infarto en Milán (100-103)
El dominicano, tras la charla de Pedro Martínez antes de viajar, aparece con brillo por primera vez desde su lesión. Tercera victoria taronja en Euroliga, con más sufrimiento del necesario después de ir ganando por 22 puntos

Bolmaro fue el gran líder del Olimpia Milán
Valencia - Publicado el
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Empezar bien un partido en Euroliga no te asegura nada pero al menos no te deja casi sin opciones. En Mónaco se vio. Contra estos equipazos llenos de talento y experiencia, un mal inicio te condena casi siempre. En el Unipol Forum, Valencia Basket empezó bien, con determinación. 11-16, minuto 7, con una buena penetración de Moore. Una buena suspensión y, después, una gran bandeja de izquierdas y dos libres de Badio puso un más seis, 18-24 al final del primer cuarto. El senegalés es así, decidido, valiente.
Montero puso el 18-27, con un triple y Sako lo aumentó a un meritorio 18-29. Minuto de Messina. No mejoró el conjunto milanés y, con 20-35, tuvo que volver a pararlo el banquillo lombardo. Valencia Basket cerraba su defensa, obligaba a Olimpia a forzar y a estar incómodo. Los tiros rápidos, acertados, llevaban fuera de ritmo a los transalpinos. El 31-48, minuto 16, con un matazo de Thompson marcó el techo hasta entonces. Fue un punto de inflexión. Un par de tiros cortos permitieron contraataques y que Bolmaro obligara a Pedro Martínez a frenar el choque. Tocaba recuperar el mando del juego. El argentino estaba en llamas y contagió a los suyos, que, tras una pérdida de Montero y canasta de Ellis, puso un 46-52 poco más de un minuto para el descanso. Euroliga. Bajas un poco la guardia, te entran golpes. Diecisiete de Bolmaro. 48-54, descanso.
Tres triples, una de Pradilla y dos de Reuvers, le devolvieron el control al conjunto visitante. Un cuarto de Thompson nada más encajar una canasta. Intercambio de golpes. Bueno si hay acierto. Peligroso si bajas el listón atrás. Se dio lo primero. 57-75 con triple de otro grande, Costello, en el minuto 25. Séptimo triple del cuarto. Inaguantable. Redondeado a 22 con una elegante bandeja y dos libres de Moore, que, como es habitual, produce de forma silenciosa. 57-79.
Se trataba de aprender de lo vivido en la primera parte, cuando se esfumó una renta grande. Pérdidas evitables en el tramo final dejaron un peligroso 74-85. Poca renta para lo visto y para un formidable cincuenta por ciento de acierto en triples (13 de 26). Brooks, con un triple, lo ajustó más, 77-85, y con la afición empezando a creer. Complicaciones. 81-87 y pérdida. A cinco, poco después, 97-92 y cinco largos minutos por delante. Test de personalidad. Montero anotó dos libres, 87-94. Brooks, en un recibir y tirar, a cinco, 90-95. Otro más de Brooks, 93-96. Tres minutos. Sudores fríos. 96-98. Moore dio aire con clase a tablero. 96-100. Un rebote ofensivo de Brooks y subirla empató a cien el choque con dos minutos y unos segundos por jugarse. 100-100 después de estar más 22. Y erró dos libres Moore en el peor momento. Un minuto. Momento Montero. Triple y rebote defensivo. Falló el dominicano la puntilla, pero Thompson puso un gorro a Shields. Victoria con más sufrimiento del necesario, pero victoria, que fuera de casa valen doble. Y primeros momentos de brillo de Montero.



