Lim frenó la renovación de Guillamón

La renovación de Hugo Guillamón siempre ha estado a la sombra de las renovaciones de los dos capitanes, Gayà y Soler. Pero se daba por entendido, que sería una negociación más sencilla. Guillamón, con una proyección meteórica en las dos últimas temporadas en las que ha llegado a debutar oficialmente con la selección española absoluta de Luis Enrique, tenía todavía un contrato de perfil bajo equiparado a muchos de sus compañeros de vestuario. Contrato que finaliza también en junio de 2023.

En el mes de marzo todo parecía cerrado. Se publicó el acuerdo total y las condiciones. Tres temporadas más, hasta junio de 2026 y manteniendo su cláusula de rescisión en 80 millones de euros. Sus agentes tenían todo apalabrado con Anil Murthy y pendientes, en principio, del regreso del entonces presidente del club que había viajado a Singapur por cuestiones personales. Y cuando se estaba descorchando el champán para celebrar la buena noticia para el chaval, su continuidad en el equipo de su vida, llegó una más de Meriton.

Peter Lim ordenó cambiar las condiciones de la noche a la mañana. De la oferta final y apalabrada, Lim ordenó reducirla casi a la mitad, con la consiguiente sorpresa de Guillamón y sus agentes, que no entendieron el giro en la operación sin ningún motivo por parte del máximo accionista. Y en eso quedó la cosa. De lo que estaba cerrado, al día de hoy en el que sigue en estado de congelación la renovación del futbolista de La Eliana.

El jugador que está recuperándose de la lesión en el metatarsiano que se produjo a falta de tres jornadas para el final del campeonato, espera atónito a una reacción por parte del club. Una explicación del porqué todo dio un giro.

No es la primera vez que Lim cambia condiciones contractuales ya pactadas entre las partes a última hora. El caso más recordado y que empezó a señalar la salida del club de Mateu Alemany, fue el de Toni Lato. El Valencia cerró la cesión del lateral de La Pobla al PSV Eindhoven. Así se fueron a dormir y cuando se despertaron en España, en Singapur había decidido un giro inesperado. Lim lo hizo volver cuando iba camino del aeropuerto, acudir a Paterna para firmar su renovación por tres temporadas y entonces sí, marcharse cedido un año al equipo holandés. Alemany no entendía nada.

Ahora Guillamón ha sufrido en sus carnes las extrañas decisiones de Lim. El Valencia, pese a todo, sigue queriendo renovar al futbolista, pero este cambio en las condiciones económicas, ha hecho que la parte del jugador se mantenga expectante y evidentemente quiera retomar la conversación acercándose más a las condiciones pactadas en un principio, que las nuevas impuestas por el propietario. La pelota está en el tejado del club porque el futbolista entra en el último año de su contrato. Guillamón no tiene prisa. Lo que sí tiene, es un deseo: renovar con su Valencia CF.