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Un colosal Thompson hiela el infierno de Atenas y Valencia Basket somete al Panathinaikos (79-89)
El base, con una actuación completísima, asume la responsabilidad en los momentos calientes y los valencianos conquistan una victoria con un valor emocional tremendo. El domingo, en ACB, visita al Baskonia

Faried, MVP de noviembre en la Euroliga, defendido por Sako
Valencia - Publicado el
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Saltó con confianza Valencia Basket al infierno verde, para no dar sensación de complejos, ni nada por estilo. Un 3-8 inicial que pronto recuperó Panathinaikos con ese diablo llamado TJ Shorts. El eléctrico base norteamericano ya asombró en París y ahora es la turbina del transatlántico griego. Él, Nunn y Sloukas conforman probablemente el mejor trío de manejadores de la competición. Piensan, reparten y aniquilan. El heleno entró con 13-11 y Pedro Martínez lo emparejó con De Larrea. Brazos largos para nublar su visión. Pero Nunn es un sicario. Un triple larguísimo suyo puso el 16-11, minuto 8. 18-11 con una suspensión suya y minuto valenciano. Surtió efecto y se igualó la cosa, 20-19.
Pero los de Ataman no son de contemplaciones y un par de despistes los castigaron, 30-21. Sloukas y su visión periférica. Pero Valencia Basket reaccionaba, estaba en partido, metido. En rebote. peleaba. Una pena que en el triple faltaba un pelín de acierto. Pradilla, precisamente, por insistir, metió uno para el 32-28 de los que ayudan a ganar confianza al grupo. Dicho y hecho. De Larrea de quarterback encontrando en la zona de ensayo a Puerto para un dos más uno. Y triple esquinero de Badio, 32-34, minuto 17. Una pena que una transición de Papi, mal ejecutada, fue ataque del senegalés y se perdió un tres contra uno claro. Pero estaba bien el equipo y se le sacaba provecho al rebote ofensivo. El tema era Nunn, incontenible, con sus 14 puntos. Al descanso, 44-38. Con 7 de 21 en triples, un 33 por ciento, ligeramente inferior al 37 de media. Ellos, 6 de 12. Vendría bien subir, porque en rebote se aguantaba muy bien.
Un aro pasado jordanesco de Taylor barió el tercer acto. Seguido de un triple en carrera de Thompson para un 44-43. Asistencia mirando al tendido de Darius y Pradilla que puso el 0-7 de parcial, para el 44-45. 44-47 con bandeja de Moore. Tiempo de Ataman. Valencia Basket estaba más duro atrás y eso le daba confianza. Badio, con un triple y un dos más a uno precioso sobre Sloukas, lo corroboraba, 50-53. Fueron minutos en los que los verdes estaban desorientados, lo que suele ocurrir cuando los taronja van imponiendo su ritmo. Y aún así, daba para estar únicamente 56-59, minuto 28. Sloukas con un triple con periscopio puso el 61-62, pero Taylor, sobre la bocina, respondió con otro para el psicológico 61-65. Mentalidad para cerrar el tercero.
El último, para valientes. Reuvers, con su cara de susto, ha ganado tanta confianza con Pedro que engaña. Una buena finalización a tabla y un triple puso ocho arriba a los valencianos, 65-73. La clave seguía atrás, en forzar tiros incómodos de los griegos, en asegurar el rebote. La pizarra en un saque de fondo acabó en mate de Sako y un esperanzador 65-75, a siete minutos. Muy pronto llegó la cuarta de Badio. Cuando llegara el vértigo, Papi es de los que no lo siente.
Una pérdida de De Larrea en saque pudo complicarse. Costello puso un gorro y se aseguró el rebote. El rebote, estaba siendo clave. Contra un rival tan físico y completo, se estaba ganando esa batalla. Pero las pérdidas metieron a Panathinaikos en partido. Su grada empezó a vibrar, a rugir. 70-75. Ojo.
El arbitraje también empezaba a ser una variable importante. A ver su reacción a un ambiente ya caldeado. Thompson, con una suspensión elegante y fría, puso el 77-70. Mate de Nunn para recalentar. Qué cuatro minutos por delante. Shorts puso el 74-77 pero otra vez Thompson. Matazo en la cara de Juancho Hernangómez, 74-80, con el tiro libre. Qué personalidad de Darius. Frío como hielo en las formas, quirúrgico con su juego. Falta provocada, a la línea, dos libres, 74-82. Tres minutos. Un duelo en OK Corral de Badio disparando en la cara de TS Shorts puso el 74-85. Sin vértigo. Todo tras un rebote ofensivo. Daño mental al Panathinaikos. Minuto y medio. Cerca. Sloukas le regaló una maravilla a Mitoglou que con un dos más uno ajustó el marcador, 79-85. Costello pudo sentenciar, falló pero Nunn sacó el brazo y recibió antideportiva. La victoria estaba en la mano, Qué maravilla.



