VALENCIA CF
Adiós al presidente que nadie quería
Anil Murthy se marcha habiendo sido rechazado por todos los sectores de la sociedad valenciana y tras un sinfín de episodios impropios de su cargo

Murthy, en Mestalla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Aterrizó en València en noviembre de 2016 con el aureola de sus responsabilidades como diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Singapur en París. Su dominio del castellano y su amistad con Peter Lim le hicieron alzarse con el cargo de consejero ejecutivo del Valencia CF bajo la presidencia de Lay Hoon Chan.
Unos meses más tarde, el 1 de julio de 2017 la relevaba en el cargo, convirtiéndose en el 37º presidente en la historia de un club que se acercaba a su centenario. Nadie entonces pudo imaginar lo que estaba por venir, por mucho que se tratara de un hombre de Meriton y llegara auspiciado por Peter Lim. Nadie.
Su nombramiento llegó bajo la alargada sombra de Mateu Alemany que, unos meses atrás, había sido designado como Director general del Valencia CF. Fue Mateu el que eligió a Marcelino para el banquillo y mientras Murthy no se inmiscuyó, la cosa funcionó. Los mejores años, sin duda, del periplo singapurense del Valencia CF fueron 2018 y 2019.
A partir de entonces, Murthy comenzó a mostrar su verdadera cara y a enfrentarse abiertamente con todo aquel que osara eclipsarle. Bajo su vara de mando fueron firmando sus respectivos finiquitos desde el propio Alemany, a Pablo Longoria (hoy presidente del Olympique de Marsella), Albert Celades, Jorge López, Javi Gracia, César Sánchez y un importante número de empleados.
Decidió cerrar la sede de l'Agrupació de Penyes por no bailarle el agua, mandó callar a Mestalla el 5 de octubre de 2019 cuando los pitos arreciaban contra el palco de autoridades, tuvo que soportar hasta tres manifestaciones multitudinarias en contra de su gestión y de la de Meriton Holdings, se reunió con el president Puig sin aportar ni una sola propuesta para reanudar las obras del futuro estadio, se enemistó con todas las fuerzas políticas valencianas por su desdén respecto a la ATE, se enfrentó frontalmente con la Federación española de fútbol... Pero su espada de Damocles han sido los audios desvelados por el diario Superdeporte mientras almorzaba con un grupo de empresarios. Sus comentarios hacia Peter Lim "es un aficionado y yo no puedo hacer nada", sus amenazas a Carlos Soler, su desprecio a ciudades como Liverpool o Newcastle han supuesto su destitución fulminante.
Así se pone fin al mandato de uno de los peores presidentes que ha tenido el Valencia CF en sus 103 años de historia. Y eso que en esta clasificación la competencia es atroz.



