CINE
Podcast cine con Eduardo Casanova: "Napoleón", "Teresa" y "Wish - El poder de los deseos"

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Estas son las críticas de cine de Eduardo Casanova de los estrenos más destacados esta semana.
NAPOLEÓN: Ridley Scott (Alien, el octavo pasajero, Blade Runner, Gladiator) presenta un ambicioso y notable ejercicio cinematográfico; sin embargo, no alcanza las excelencias de sus trabajos más aplaudidos. En cuanto a la vertiente bélica se refiere, firma un espectáculo visual apabullante e impecable. Al atender a la parcela íntima ofrece una visión menos popular del célebre personaje, si bien se centra básicamente en la intensa relación con su amada esposa. Teniendo en cuenta las elevadas intenciones del proyecto, se queda corto al abordar determinados asuntos, pese a los 158 minutos de metraje; mientras que el pulso narrativo decae ligeramente durante las transiciones entre los eventos verdaderamente cruciales.
TERESA: La directora aragonesa Paula Ortiz (La Novia, Al otro lado del río y entre los árboles) consigue que brille la obra teatral La lengua en pedazos de Juan Mayorga, sobre la conocida santa abulense. Siendo fiel a la esencia del magnífico texto original, presenta un relato profundo, recorrido por unos diálogos extraordinarios. Se centra fundamentalmente en la parcela mística del personaje, recurriendo para ello a sus reflexiones e intensas experiencias. Los episodios biográficos que recrea dinamizan y enriquecen el relato al centrarse en las vivencias que marcaron el carácter de su devoción. El interlocutor que sirve para vertebrar el relato va más allá del simple pretexto y por eso el duelo dialéctico entre ambas figuras alcanza unas cotas espléndidas.
WISH: EL PODER DE LOS DESEOS: Las películas de Disney sin la participación de Pixar cada vez ofrecen menos alicientes. Este film, además, se ha publicitado como la celebración del centenario de los populares estudios; sin embargo, exceptuando los créditos finales apenas se percibe el homenaje en la historia. El relato que plantea es muy básico. Solo en algunos aspectos intenta reparar, con buen criterio, aquello que hoy se considera un tratamiento injusto de los personajes. Sin embargo, la parcela musical no está a la altura. Las canciones (las letras en castellano encajan de mala manera) responden a unos ritmos actuales poco pegadizos y hacen añorar los años gloriosos del genial compositor Alan Menken (La sirenita, La bella y la bestia, Aladdin). Además, el mensaje positivo dirigido al público infantil queda bastante difuminado.