Hace casi un año un pitbull atacaba a un niño de 19 meses en Alpedrete. El animal iba suelto y sin bozal. En las mismas condiciones otro pitbull, en septiembre, provocaba lesiones a varios vecinos en Colmenarejo. Y se acaba de conocer la sentencia que obliga a pagar las costas a una vecina de Becerril por no denunciar correctamente a los dueños de dos pitbull que la atacaron cuando trataba de defender a una anciana.

En muchos de los casos de este tipo, además, los perros no están inscritos o sus propietarios no cuentan con licencia.

La Guardia Civil va a intensificar el control en la vía pública sobre estos animales con una campaña que acaba de poner en marcha su Servicio de Protección de la Naturaleza, el SEPRONA. 

Cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid y los agentes de Policía Local de 22 municipios de la región, cinco en nuestra comarca: Alpedrete, Becerril de la Sierra, El Boalo-Cerceda-Matalpino, Galapagar y Navacerrada. 

La campaña pretende ser una llamada a la concienciación hace hincapié en el cumplimiento de la ley para la tenencia de estas razas, entre las que se encuentran el Pitbull, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino o Akita Inu – y sus cruces-.

"Las razas potencialmente peligrosas vienen perfectamente recogidas en un anexo del Real Decreto 287/2002 de 22 de marzo, donde se incluyen además las características que tienen este tipo de perros: fuerte musculatura, marcado carácter, perímetro torácico, la medida de su cabeza y el tamaño de su mandíbula. Los propietarios deben cumplir una serie de requisitos para sacarse la licencia que les habilita para la tenencia de estos animales: ser mayor de edad, no tener antecedentes y aportar un certificado de aptitud psicológica y capacidad física", explica el capitán Borja Piñeiro, Jefe de la Sección del SEPRONA en la Comandancia de Madrid.

El SEPRONA reforzará la vigilancia para que estos perros sean identificados e inscritos en los registros de los ayuntamientos y los propietarios adquieran la correspondiente licencia y el seguro obligatorio, además de "aplicar con rigor medidas de seguridad como llevar a estos perros con bozal, atados con correa no extensible y, si están en fincas o parcelas, un cerramiento que impida que se escapen o que pongan en peligro a las personas que se acerquen".

La campaña, que se prolongará hasta el 15 de abril, constará de servicios coordinados entre Guardia Civil y Policía Local para vigilar las zonas donde se detecte un mayor número de perros de este tipo.