Compra una pulsera con la bandera de España en una calle de Madrid y la pregunta que hace deja totalmente descolocado al vendedor: "¿Puedo...?"
Jonathan es un influencer ciego que sube vídeos regularmente en sus cuentas de redes sociales, y hace una reflexión muy aplaudida en redes

Jonatan Armengol cuenta una reflexión en un reel
Madrid - Publicado el
3 min lectura
En España, llevar la bandera nacional sigue siendo, en muchos casos, un gesto que genera recelo. Aunque se trate de un símbolo común en muchos países, aquí continúa asociado a posturas ideológicas muy marcadas. Para algunos, ondearla o vestirla es sinónimo de orgullo; para otros, una declaración política. Y es precisamente esa carga simbólica la que impide que muchos ciudadanos la utilicen con normalidad en su día a día.
Durante eventos deportivos como el Mundial de Fútbol, las calles se llenan de camisetas y banderas españolas sin que nadie se escandalice. Sin embargo, en contextos cotidianos, el uso de este símbolo sigue provocando prejuicios, miradas incómodas o incluso comentarios malintencionados. ¿Por qué llevar una simple pulsera con la bandera de España aún levanta tantas sospechas?

La bandera de España
LA PREGUNTA DE JONATAN AL COMPRAR UNA PULSERA CON LA BANDERA DE ESPAÑA
El influencer Jonatan Armengol, ciego y conocido en redes por sus vídeos grabados con gafas-cámara (@armengoljonatan en Instagram y TikTok), ha vivido recientemente una escena que pone este debate sobre la mesa. En uno de sus paseos por el Rastro de Madrid, se acerca a un puesto donde venden pulseras con la bandera de España y lanza una pregunta inesperada al vendedor:
“Aunque no estoy de acuerdo con el caudillo ni soy de VOX, ¿la puedo comprar igual, no?”, señala con naturalidad.
La reacción del vendedor, sorprendido pero cordial, deja entrever que la pregunta no es tan descabellada como parece. En palabras del propio Armengol, “vamos, Calo… y a ver si aclaramos de una vez que llevar una bandera española no es ni ser de VOX, ni ser del caudillo, ni ser de nada. Simplemente sentirse orgulloso de ser español.”
El vídeo, compartido en su cuenta de Instagram, acumula miles de visualizaciones y ha generado un gran debate entre sus seguidores. Muchos se sienten identificados con la reflexión que hace durante la grabación, en la que comenta que su antigua pulsera "está ya más muerta que viva" y simplemente quiere una nueva.

Hay muchos prejuicios con la bandera de España
Andrea, su compañera, comenta en voz alta que el puesto en el que han parado “es muy de ultraderecha”, a lo que Armengol responde: “Ya, pero eso es su ideología. Yo no lo llevo por eso, lo llevo porque me gusta enseñar que soy español y me siento orgulloso de ser español.”
El vídeo continúa con tono distendido, mientras pasea con su perro guía Calo y hace bromas, pero el mensaje central queda claro desde el principio: no debería hacer falta justificarse para llevar la bandera de tu país.
A ver si aclaramos de una vez que llevar una bandera española no es ni ser de VOX, ni ser del caudillo, ni ser de nada"
Influencer en redes sociales
EL DEBATE QUE JONATAN PROPONE EN SU VÍDEO
Jonatan Armengol no busca provocar, sino plantear una cuestión sencilla desde su experiencia cotidiana. La escena, grabada en un entorno informal, pone de manifiesto cómo una situación tan simple como comprar una pulsera puede convertirse en una conversación sobre identidad, libertad y convivencia.
En la descripción del vídeo, Armengol añade: “Me parece curioso que, cuando llega el Mundial de Fútbol, nadie critica a los que llevan camisetas o banderas de España para apoyar a la selección. Pero cuando alguien lleva una pulsera, surgen las críticas y los prejuicios. ¿Por qué?”
Su pregunta conecta con un sentimiento compartido por muchos: el deseo de normalizar los símbolos nacionales sin que se asocien automáticamente a una ideología política.

En otros países no es tan raro lucir su bandera como pasa en España
Con más de 20.000 seguidores en redes, Jonatan Armengol se ha ganado el cariño del público gracias a su forma cercana y directa de contar las cosas. Sus vídeos, grabados desde su perspectiva como persona ciega, ofrecen una visión única de lo cotidiano. Pero además, Jonatan no esquiva los temas delicados. Y lo hace sin discursos grandilocuentes, simplemente mostrando situaciones reales y lanzando preguntas que invitan a pensar.
El vídeo ha provocado reacciones de todo tipo, desde el apoyo total hasta comentarios que evidencian la división que aún genera este tema. Lo cierto es que la pregunta que plantea resume el dilema de muchos españoles que sienten orgullo por su país, pero prefieren evitar símbolos que puedan ser malinterpretados.
Mientras tanto, Jonatan sigue su paseo por el Rastro, entre bromas con Andrea y saludos de su perro guía Calo a otros canes. Un domingo cualquiera en Madrid, que se convierte en una reflexión colectiva gracias a una pulsera y una pregunta sencilla.




